La oposición insiste en usar la gripe en la precampaña cuando cae la incidencia


BNG y PSOE salieron este jueves a proclamar que la sanidad pública está inmersa en una situación de «colapso» y «caos» sin haberse apurado, presumiblemente, el pico de la constipado. O lo que es lo mismo: volvieron a meter al Sergas en precampaña. El discurso recibió un jarro de agua fría sin sobrevenir terminado la mañana, cuando la consellería del ramo informó de que, por primera vez este invierno, tenía constancia de «un superficial descenso» en la incidencia del virus. Así lo reflejaban los datos de la Dirección Xeral de Saúde Pública: 904 ingresados en toda la red de hospitales, de los que 42 se encontraban en Cuidados Intensivos; 21 y cinco menos, respectivamente. Con una positividad del 35%, poco más de un punto por debajo con respecto a la marcha previa.

El impacto del virus sincitial (VRS) es sensiblemente inferior. Con los últimos datos: 164 hospitalizados (-3), sin pacientes en la UCI (uno la víspera). El extremo recuento en Urgencias era de 256 personas menos que 24 horas detrás; desglosados en un descenso de 172 en adultos y 84 en niños. De los mayores, el 21% hubo de ingresar, mientras que en el caso de la población pediátrica la número fue del 4,3% (19% de promedio).

Es improbable que esta condensador de cifras alterase los discursos de la izquierda gallega, que se habrían atenido al mismo guion. Pero evocó a unas declaraciones recientes del conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, cuando censuró que desde la competición, por sacar réditos electorales, se diga alegremente que las urgencias están colapsadas, cuando, enfatizó, tal proscenio no se dio siquiera durante la pandemia de Covid.

Este jueves el Liga insistió en ese discurso. «Aún no llegamos al pico más crítico de la constipado y la situación es de auténtica saturación y colapso inodoro», clamó la diputada nacionalista Montse Prado. Al hilo, reclamó la comparecencia urgente en la Diputación Permanente del presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, para que dé explicaciones. Lo que ya habían reclamado en la persona de Comesaña, pero tirando por elevación, hasta la cúspide del gobierno gallego.

Prado dijo que lo que ocurre en la sanidad pública es de «extrema solemnidad», que los profesionales están «al linde» y que Sanidade reacciona «desde la improvisación» y ejerciendo de solo «comentarista». Consideró que la recomendación de usar mascarilla en todos los centros sanitarios, en vigor desde el 29 de noviembre, había llegado tarde. Acusó al PP de echar la infracción ala población por ir a urgencias en ocasión de automedicarse; y de tratar la constipado como «un catarro con fiebre» en un control de «banalidad». Y etiquetó de «caldo, mantita, reposo y (…) analgésicos» la «récipe» de «sentidiño» de Alfonso Rueda.

«¿No piensa hacer mínimo?»

El PSOE se pronunció a nivel restringido, por medio de su portavoz en Santiago, Aitor Bouza, pero no dijo mínimo que no hubiera firmado su principal, el secretario común Valentín González Formoso. Éste, de hecho, el 31 de enero abonó el discurso de que las Urgencias están «totalmente colapsadas y atestadas»; refleja de las «carencias de un sistema inodoro», el gallego, que dijo que sufre la «política altruista» que aplica el PP allí donde gobierna: «privatización», «renuncia a la contratación» de profesionales y «desmoralización» de los que ya hay en plantilla.

Bouza se ciñó a la caudal gallega, pero sus acusaciones a la Xunta de «auténtico caos», «colapso» e «irresponsabilidad absoluta» las firmaría cualquier socialista en cualquier punto de Galicia. El portavoz compostelano apeló directamente a Rueda para preguntarle si «no piensa hacer mínimo para aliviar esta situación», provocada, diagnosticó, por una saturación en Atención Primaria que «se traslada a las Urgencias». «Esto es el maniquí del PP», remachó.

Frente a estas soflamas, contrastó el tono sereno del conselleiro de Sanidade. Desde Becerreá (Lugo), García Comesaña recordó que el incremento de casos de constipado era «poco esperado y habitual», que «esperemos que dure el pequeño tiempo posible y que rápidamente recuperemos la normalidad». Toca «seguir monitorizando y habilitando camas adicionales, en su caso, y haciendo refuerzos en las plantillas en determinados turnos en determinados servicios de urgencias», detalló a los medios. Pero remarcó que «más o menos» el aumento de la incidencia era el que se esperaba en la consellería. Y que mucho tiene que ver con las reposo, los festivos, la multiplicación de encuentros familiares; dominio abonado para que el virus avance, como se comprobó con el Covid.

Planes de contingencia

El titular de Sanidade insistió una vez más en la importancia de vacunarse para mitigar los género de la constipado. Desde su unidad se hizo todavía hincapié en que el Sergas tiene activados, en las siete áreas sanitarias, los respectivos planes de contingencia. Hasta ahora, se han facultado más de 200 camas sobre el contenido habitual. Por otra parte, se han reforzado los cuadros de personal. Sin ir más allí, informó la consellería, el miércoles se sumaron 60 profesionales a diversos turnos en los servicios de urgencias.

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