Es la responsable de amparar el costumbre y la pasión por la leída. María Oscuro Sánchez (El Ballestero, 1965) se marcó entre sus prioridades que los 460 habitantes de su pueblo consideran su biblioteca pública como el referente cultural en uno de esos municipios de la España vaciada. Y en esta cultivo lleva desde el año 1991, cuando abrió las puertas ‘La sinhueso de las mariposas’, un espacio cultural que genera ocio y que se ha convertido en un nuevo referente (desde finales del año pasado), cuando consiguió la Medalla al Mérito Cultural en la Creación Literaria, Publicación y Fomento de la Recital.
María Oscuro Sánchez se muestra muy adecuado y considera que este examen le ha llenado de «mucha alegría», pero no solamente a ella, sino además a sus vecinos, que presumen de tener una de las mejores bibliotecas en la provincia de Albacete. «Estoy muy agradecida con este premio y lo he recogido con mucha emoción. Es atún ver que el trabajo silencioso que hacemos los bibliotecarios en pueblos tan pequeños tiene su remuneración por parte de diferentes instituciones», confiesa.
Reconoce que la biblioteca ‘La sinhueso de las mariposas’, nombre que se decidió tras la entrevista de Manuel Rivas al pueblo, ha recibido cuatro abriles seguidos uno de los premios María Moliner, convocados a nivel franquista por el Ocupación de Educación.
32 abriles en la biblioteca
María cuenta que nació en El Ballestero y en ese pueblo ha permanecido «siempre», aunque se fue para estudiar Filología Hispánica a Madrid. Actualmente vive y trabaja en ese pueblo, donde comparte su día a día con su marido. Sus dos hijas viven y trabajan en la caudal de España: una estudió Bioquímica y trabaja en el CSIC y la otra es ingeniera.
Se refiere a sus hijas como su decano logro y rememora que al conducirse en una asiento tan pequeña, de casi nada 460 habitantes, ellas estaban todo el tiempo en la biblioteca. «Aquí han pasado su infancia, adyacente a los libros. Así fueron descubriendo el alegría por la leída», presume la bibliotecaria.
Durante estos 32 abriles, María Oscuro ha conseguido que la biblioteca sea el epicentro de la civilización. Pero no solamente eso, además es el eje educativo, social y de ocio para los residentes de El Ballestero. Organiza diversas actividades: clubes de leída para los más pequeños y mayores, talleres de animación a la leída y, a lo desprendido de todo el año, organiza programas especiales con diferentes temáticas que se realizan como soporte sobre determinados libros.
Cuenta la bibliotecaria que tienen un software particular para cada mes. Así, en enero se proxenetismo el tema de la paz; en febrero, el Día Internacional de la Mujer y la Pupila en la ciencia; en marzo, como se celebra el Día de la Mujer, se hace un software con el tema de la igualdad; en abril trabajan el Día del Volumen… y así sucesivamente.
Reconoce que la leída es muy importante porque permite al disertador «correr sin moverse del sillón», afirma para incidir en que los habitantes del municipio deben dar a los libros el valía y el espacio que merecen porque, su madurez, «nos ayudan a todos a tener una sociedad más formada y tolerante».
Y cuenta que desde la tolerancia como biblioteca pública, ‘La sinhueso de las mariposas’ se ha ido adaptando a las circunstancias, al momento y a los temas que la contemporaneidad demanda. «Que la parentela lea y que cada vez haya más lectores en un área como éste, allá de la ciudad y con casi nada alternativas para los jóvenes, la biblioteca debe convertirse en un área de combate para todos».
Con una amplia propuesta para potenciar el fomento a la leída y del esparcimiento, la responsable de este centro explica que todos los días van los niños a hacer los deberes, ya sean de Primaria o de Secundaria. «Aquí lo tienen todo a mano, pueden consultar temas por internet, repasar apuntes y hacer redacciones de sus autores preferidos o asesorar libros en sus clases». La bibliotecaria además destaca los clubes de leída, en los que se crean enlaces que permiten poner en marcha y dar respuesta a aquellos proyectos que demandan sus vecinos.
Por eso, repite que ella representa ese espíritu de tenacidad, compromiso, creatividad e ilusión, que es el divisa de sus vecinos y de las autoridades locales. «No queremos que pueblos como éste solo figuremos en las encuestas de despoblación y malos servicios», concluye María Oscuro, que incide en que todavía hay mucho por hacer.