Hasta diez días se cree que puede tardar en relajarse la situación en los distritos más afectados del estado germánico de Sajonia, donde aún se mantiene el mayor nivel de alerta. Asimismo, se temen las consecuencias de la ola polar que se retraso que llegue a tierras germánicas a partir del viernes y que ya ha causado estragos en los países nórdicos. Una ola que, en Francia, asimismo podría sufrir a los termómetros por debajo de los 10 grados centígrados bajo cero.
En algunas zonas de Alemania, se están utilizando miles de sacos para ayudar a los diques que a duras penas resisten la presión de tanta agua. Tratando de mitigar las críticas de algunos vecinos, el canciller del país, Olaf Scholz, promete “que nadie se quedará solo” frente a el peligro del temporal.
El temporal se ceba con media Europa
Por su parte, Francia ha pedido a otros países bombas de agua para desviar con destino a el canal de la Mancha los 60.000 metros cúbicos que se acumulan en algunas calles. En las grabaciones realizadas desde el Paraíso se aprecian mejor las dimensiones de estas inundaciones, que asimismo han tenido extensión en el Reino Unido. En el país inglés, algunos ríos han escaso su nivel más parada en los últimos 23 primaveras y casi 300 puntos están en alerta solo en el suroeste de la isla.
En Suecia, la temperatura ha bajado a la friolera (y nunca mejor dicho) de 43 grados centígrados bajo cero. “Nos quedamos en casa y a encender la estufa”, afirma un morador sueco. Algunos, incluso, han decidido ocurrir la indeterminación interiormente del coche conveniente a que estaban atrapados. En Finlandia, una avalancha ha atrapado y gastado con la vida de una mujer y a su hijo de doce primaveras mientras esquiaban.
Por otro costado, los vientos han superado los 100 kilómetros por hora en Bélgica, provocando un devastador tornado que ha arrasado con más de 40 casas, dejando imágenes impactantes de tejados de viviendas siendo arrancados como si estuviesen hechos de papel.
El frío extremo asimismo ha llegado a Moscú, la renta de Rusia, desde Siberia. El río que atraviesa la ciudad está prácticamente congelado por falta de una ola de frío que ha dejado en el país las temperaturas más bajas de los últimos 74 primaveras. Tan solo en Moscú, se han escaso los 26 grados bajo cero.