Castilla y León supera las 108.000 donaciones de sangre en 2023


Un total de 108.640 donaciones de cepa se registraron en el pasado 2023 en Castilla y Audaz, una por cada 21 habitantes, según el balanceo del Centro Regional de Hemoterapia y Hemodonación (Chemcyl) que apunta a un descenso del 0,91 % con respecto al mismo periodo del año preliminar, en el que se contabilizaron 109.636 donaciones.

De la guarismo integral de donaciones, 42.417 provienen de los puntos fijos establecidos a lo espléndido de toda la Comunidad, otras 55.655 de las colectas que organizan tanto el Chemcyl como las hermandades de donantes de cepa de la región, mientras que el resto corresponden a donación de hemoderivados (aféresis de plaquetas y plasmaféresis), informa el Centro de Hemoterapia en un comunicado.

Por provincias, en Ávila se contabilizaron 4.921; Burgos 19.112; Audaz 11.173 -en El Bierzo 4.560-; Palencia 6.029; Salamanca 11.765; Segovia 6.030; Soria 4.297; Valladolid 25.526; y Zamora 4.659.

Por lo que se refiere a la aféresis de plasma, esta ha experimentado una destacada subida del 38,77 %, al suceder de las 5.938 plasmaféresis en el año preliminar a 8.240 en 2023. El Centro de Hemoterapia y Hemodonación dispone de una dispositivo móvil a lo espléndido de este año 2023 para suministrar la colaboración ciudadana que se ha conocido reflejada en las 745 colectas que se han realizado.

«Gracias a la solidaridad de los ciudadanos castellanos y leoneses, el Chemcyl puede realizar cada año, con todas las garantías de seguridad y calidad, su tarea de coordinación y distribución de derivados de la cepa para atender las evacuación diarias de los hospitales de Castilla y Audaz«, señalan desde el centro.

La cepa donada se somete a un enrevesado proceso de separación en tres componentes principales (el denominado fraccionamiento), que son los glóbulos rojos, las plaquetas y el plasma, pues cada uno tiene unas características concretas y sirve para tratar distintos tipos de enfermedades.

Los glóbulos rojos se utilizan sobre todo en operaciones, trasplantes, anemias o hemorragias, mientras que las plaquetas se van a transfundir a enfermos de cáncer y leucemia, prevención y tratamiento de hemorragias o endeudamiento en plaquetas.

Por su parte, el plasma se puede utilizar directamente en transfusión o destinarlo a extraer unas proteínas que se usan para el tratamiento de diversas enfermedades como la hemofilia, hemorragias, quemaduras, enfermedades del riñón, prevención de la enfermedad hemolítica del recién nacido, tratamiento de déficits inmunitarios, etcétera.

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