Este razonamiento se extrae de un estudio que recoge la revista ‘Biomedicine & Pharmacotherapy’, en el que un equipo de investigadores franceses estima la mortalidad prematura asociada a ese tratamiento en seis países, que son: Bélgica, España, Francia, Italia, Turquía y Estados Unidos.
Se utilizó “de forma no autorizada”
Durante la primera oleada de covid, el tratamiento con hidroxicloroquina (HCQ) se utilizó “de forma no autorizada a pesar de la abandono de pruebas que documentaran sus beneficios clínicos”, subrayan los autores del estudio, cuyo objetivo ha sido el de calcular el número de muertes atribuibles a este tratamiento en los países en los que se aplicó a pacientes hospitalizados en los dos o tres primeros meses de la pandemia.
Los autores basan sus estimaciones en los datos que tienen de esos seis países mencionados, teniendo en cuenta el número de pacientes de covid hospitalizados en la primera oleada, enfermos que recibieron el tratamiento, y personas cuya asesinato es atribuible al mismo, entre otros.
El fármaco en España
Cuando se administró este fármaco, España tenía 104.715 personas hospitalizadas por covid, de las que 87.437 recibieron este tratamiento, y 1.895 habrían fallecido a consecuencia del mismo (con un beneficio estimado de variación de este reseña de entre 1.475 y 2.094).
En el caso de Bélgica, de 19.644 hospitalizados, el fármaco lo recibieron 10.018 y 240 habrían muerto a causa de él. En Francia, de 99.997 lo recibieron 15.600 y fallecieron 199. En cuanto a Italia, de 89.895 se le administró a 72.635 y murieron 1.822 (con un beneficio de 1.170-2.063). En Turquía, de 21.417 lo administraron a 15.656 y fallecieron 95 (beneficio 92-128), y en Estados Unidos de 888.037 se lo dieron a 551.471 y habrían fallecido 12.739 (3.244- 15.570).