Los salarios de los jóvenes son un 35% inferiores a la media y su progreso es más lento que en generaciones anteriores



Aparecer a fin de mes es cada vez más complicado para muchos hogares españoles, especialmente para los más jóvenes. Según el noticia ‘Presente y futuro de la adolescencia española. una perspectiva socioeconómica’, que elaboran conjuntamente la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie), la renta por pelotón de consumo (es proponer, teniendo en cuenta la composición del hogar) de los hogares cuyos sustentadores principales son jóvenes de entre 16 y 29 primaveras es un 15% inferior a la media.

Según esta pesquisa, el 53,2% de las personas en esa franja de etapa tiene dificultades para obtener a final de mes, 5,4 puntos porcentuales por encima del promedio de la población.

Aunque las condiciones de vida de la adolescencia española son muy heterogéneas, la pertenencia a su concepción no es la principal explicación de las mismas.

La formación académica es secreto

Los factores socioeconómicos de origen y, muy especialmente, la formación alcanzada, marcan importantes diferencias entre los mismos. Lo hacen principalmente en sus posibilidades de inserción gremial, pero además en otros importantes ámbitos de sus trayectorias vitales.

Esta monografía describe cuatro perfiles de jóvenes que se diferencian por su situación y oportunidades. En el peña más desfavorable, formado por casi un millón de ninis, se encuentra el 14% de jóvenes que ni estudia ni trabaja. En el costado opuesto, se sitúa el peña de quienes han contado con un entorno abierto o escolar oportuno.

Parte de las ventajas salariales de los jóvenes más cualificados se derivan de su preparación para acomodarse puestos de trabajo que requieren conocimientos avanzados en competencias que los mayores no pudieron obtener. Gracias a ello, en el empleo novicio de 25 a 29 primaveras pesan más los puestos más cualificados (38,7%) que en el conjunto de los ocupados (35,6%).

El 59,2% de los jóvenes entre 25 a 29 que proceden de un categoría socioeconómico bajo, pero han completado estudios superiores, consiguen ascender al categoría parada. En cambio, solo logran esa meta el 13,4% de los que sólo cuentan con formación obligatoria.

Cada vez más contratos temporales y con peor sueldo

El 25,4% de jóvenes trabaja con contratos a tiempo parcial, 12 puntos por encima de la media del conjunto de la población, y la tasa de temporalidad de la adolescencia ocupada además dobla el promedio.

Una tercera dimensión de su longevo precariedad gremial es la salarial: los salarios de los jóvenes de entre 16 y 29 primaveras son un 35% inferiores a la media y el progreso de sus ingresos a lo desprendido de la vida gremial está siendo más gradual, pues mientras las cohortes anteriores alcanzaban una pulvínulo de cotización similar a la media ayer de los 27 primaveras, actualmente, los adultos jóvenes a los 34 primaveras todavía no la han aprehendido.

Renta media

La renta media por pelotón de consumo de los hogares en los que el sustentador principal es una persona entre 16 y 29 primaveras (se calcula según el número y características de los miembros del hogar) se sitúa en torno a 16.000 euros anuales, un 15% menos que la media de los hogares. Esa pequeño renta es hasta un 40% por debajo de la media en el caso de los hogares cuyo sustentador principal es un novicio sin formación superior (11.000 euros anuales).

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