Sin línea directa desde la llamada de hace 10 meses que enquistó el bloqueo del CGPJ


El 10 de octubre del año pasado, Pedro Sánchez recibido a Alberto Núñez Feijóo en La Moncloa. Fue el segundo encuentro entre ambos tras el que se produjo cuando el líder gallego llegó a la presidencia del Partido Popular. Y ha sido el último encuentro entre ambos hasta el que tendrá lugar este miércoles en el Congreso.

Entre aquel 10 de octubre en el que se precipitó una reunión de los dos dirigentes a causa de la dimisión de Carlos Lesmes como presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y del Tribunal Supremo y el 27 del mismo mes hubo una tregua durante unas tres semanas. Prácticamente los únicos en el año y medio que lleva Feijóo como líder de la oposición.

Ese 27 de octubre tuvo lugar el última conversación conocida entre los dos, más allá de reuniones puntuales como en el debate durante la campaña electoral, en las que se puede mantener una charla al margen. Fue en esa conversación telefónica, mientras Pedro Sánchez estaba de gira por África, cuando Alberto Núñez Feijóo decidió suspender las negociaciones para renovar el CGPJ que el ministro Félix Bolaños y el popular Esteban González Pons habían encarrilado en las últimas dos semanas. Lo hizo cuando supo por boca del presidente, tras haber recibido otras negativas suyas, que efectivamente iba a reformar el Código Penal para reprimir el delito de sedición.

La relación es fría. El ciclo electoral no ha ayudado. Pero entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo se replican algunas sensaciones que se produjeron en los tiempos en los que el líder socialista dialogaba con Mariano Rajoy. Son dos diferentes lenguajes políticos. Con todas las diferencias políticas que les distanciaban, ese no era el problema del diálogo con Pablo Casado. Sánchez y el exlíder del PP se conocían bien desde antes de que cada uno ocupara sus respectivos cargos.

Después de las elecciones hubo una mensaje de Feijóo. El PP critica duramente no haber recibido felicitaciones por la victoria electoral. Después de eso se intercambiaron dos cartas. Ahora con el mandato del Rey, Sánchez no quiere ni puede ignorar el nombramiento. Pero, tras un nuevo mensaje del líder popular, el presidente en funciones consideró que deben ser sus equipos quienes tomen la palabra. Distancia. Mucha distancia.

Si PP y PSOE tienen que hablar, saben cómo hacerlo. Pero hoy Los canales de comunicación son muy limitados.. Y en los últimos tiempos prácticamente se han reducido a la relación entre el jefe de gabinete del presidente, Óscar López, y su homóloga en Génova, Marta Varela. Además de los directores de Comunicación del PSOE, Ion Antolín, y del PP, Luis de la Matta.

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