El habituado en virología considera que la intrepidez de implementar y retirar la obligación de las mascarillas en centros sanitarios ha sido acertada, aunque sugiere la pobreza de establecer un protocolo más definido. “Quizá nos ha faltado tener un índice, una marca que indique cuándo ponerlas y cuándo quitarlas. Nos error un poco de protocolo sobre cómo afrontar estas situaciones”, ha apéndice Corell.
Corell anima a considerar la mascarilla como un utensilio del día a día
En cuanto al uso continuado de las mascarillas, Corell insta a considerarlas como un utensilio habitual en nuestro día a día. “Hay que murmurar todavía un poco a que la incorporemos como utensilio en nuestros bolsillos, en nuestros bolsos, en nuestras chaquetas para siempre, ya no solo en este invierno sino para siempre”, ha afirmado el virólogo.
Asimismo, el inmunólogo ha destacado la doble utilidad de las mascarillas, tanto para la prevención del contagio personal como para evitar la transmisión a terceros. En situaciones de aglomeración, como en transporte notorio o centros comerciales, su uso se presenta como una medida eficaz para achicar el peligro de contagio. “Debo usarla como prevención para no contagiarme yo y luego tiene el uso de no contagiar a los demás”, insiste.
El habituado todavía analizó la posible conjunción de factores que ha contribuido al contemporáneo repunte de infecciones respiratorias. En este sentido, ha puntiagudo la “desgana vacunal”, que habría provocado una “beocio tasa de profilaxis contra la constipado” y la presencia de variantes más virulentas, como la constipado A y la subvariante de omicron emplazamiento pirola en el caso del coronavirus. Y, a todo ello, se le ha sumado el virus respiratorio sincitial. “Si juntamos estas dos cosas con que ya no nos protegemos con la mascarilla pues ha habido un pico parada de constipado”, ha añadido el habituado.
Delante esta situación, Corell hace un llamado a la prudencia y subraya la importancia de seguir medidas preventivas, incluyendo el uso responsable de las mascarillas. “Es crucial evitar salir a la calle o trabajar si es posible, pero si no se puede evitar, entonces lo que hay que hacer es ponerse una mascarilla de máxima protección para no contagiar y proteger a quienes nos rodean”, ha concluido el virólogo.