Los Reyes Magos abandonaron este sábado la provincia de Ourense para retornar a Oriente, pero antiguamente de marcharse, Melchor, Gaspar y Baltasar visitaron a los vecinos de Verea y Rabal, entreambos ubicados en la comarca de Celanova.
Tras una larga indeterminación repartiendo regalos en los hogares de los ourensanos, sus majestades hicieron ayer una parada en Carballo -capital del Concello de Verea- para saludar a los pequeños y a sus familias, y reponer fuerzas antiguamente de su derrochador regreso a Oriente.
Esta fue de la segunda parada del día. La primera se produjo en Celanova, concretamente en la parroquia de Rabal, donde sorprendieron a los feligreses que participaron en la culto de Reyes celebrada en la iglesia del santuario, y que estuvo amenizada por los niños cantores de A Manchica y Benito Villar y su acordeón.
Previamente, Sus Majestades realizaron su trabajo llenando de regalos los hogares de los 92 concellos de la provincia. De hecho, en Ourense, durante el día de ayer, muchos niños salieron a las calles llenos de ilusión para divertirse con sus nuevos juguetes. Bicicletas, patinetes, balones de fútbol o muñecos son algunos de los objetos que inundaron los barrios de la ciudad, a pesar del frío que hizo este sábado.
Turista al CHUO
Melchor, Gaspar y Baltasar asimismo visitaron este sábado a los pacientes del CHUO antiguamente de partir camino de Oriente. Esta parada, que ya se ha convertido en obligatoria con el paso de los primaveras, sirvió para que los niños ingresados se llevasen una sorpresa mágica y asimismo disfrutasen de una mañana abriendo regalos.
Muchos de ellos, tras brindar los paquetes, decidieron ponerse a recrearse con los distintos regalos, mientras sus caras esbozaban una gran sonrisa, ya que pudieron disfrutar de un día diferente.