Tesoros de Ourense | A Mezquita, tierra de los Tres Reinos


“O confín dos Tres Reinos”, así es conocido este municipio del sureste ourensano donde con tan solo un par de pasos puedes estar en tierras de Portugal, Castilla o Galicia. Un enclave único traumatizado por la mezcla de culturas y la convivencia entre pueblos que ha estado presente durante siglos. 

Dividida en diez núcleos de población, ha sido el puesto predilecto por los castrexos para asentarse en la período final de la Antigüedad del Hierro. Castromil, Chaguazoso o Santigoso aún conservan restos de estos asentamientos. Sus caminos han sido testigos del contrabando con Portugal y la pueblo de A Vilavella posada para Juana la Loca y Felipe el Hermoso durante el problema de sucesión de los Reyes Católicos. 

Rodeada completamente por naturaleza, A Mezquita es el puesto adecuado para hacer un suspensión en el camino. Pasear por sus bosques, disfrutar de sus rutas de senderismo en un entorno casi inexplorado o conocer la historia del puesto de la mano de sus paisanos, se convierte en un plan inmejorable. 

Este municipio destaca encima por ser el encargado de desobstruir el Entroido de la provincia ourensana con su “Festa dos Reis”. Una celebración pagana que se lleva a extremo la primera semana de enero en la que los “Zamarreiros” salen a despabilarse su propina. Entre los múltiples lugares que atesora la billete, algunos dignos de entrevista son la Ruta da Pana, la Cova da Moura o Pazo dos Cardóniga. 

Ruta da Pana: Conocida igualmente como Ruta Bergantiña, tiene su origen en la ciudad de Braganza, en Portugal, donde se cultivaba y tejía el lienzo en grandes producciones que servían para elaborar la pana. Las aldeas de Manzalvos y Cádavos eran los enclaves donde este producto cruzaba la frontera hispano-lusa, y es precisamente en esta última población donde se ubicaba una singular e importante aranceles de la que aún se conserva el edificio principal. Este era el único paso fronterizo del país dedicado a la pana cuyo destino era Barcelona, donde se confeccionaba para ser exportada al Reino Unido. 

Tras cruzar la frontera en Cádavos y Manzalvos, la ruta transcurría por Chaguazoso, pasaba por el centro de A Mezquita y se juntaba con la Ruta de la Plata a los pies de la Capilla de Nuestra Señora de Loreto, en O Pereiro. Tras seguir un tramo por esta vía, ponía rumbo a Viana do Tonto para asistir a la Rúa, donde su camino continuaba en ferrocarril hasta Barcelona. 

Camino por el que discurre la Ruta da Pana
Camino por el que discurre la Ruta da Pana

Esta ruta sigue utilizándose hoy en día por peregrinos portugueses para enlazar con la Vía da Plata y asistir hasta la haber de Galicia, Santiago de Compostela. 

Cova da Moura: Situada en la pueblo de A Esculqueira, es necesario realizar una ruta de aproximadamente de 12 kilómetros para asistir hasta este puesto mágico: una cueva protagonista de múltiples leyendas. Durante el camino, que discurre por una zona completamente natural, se puede divisar el país vecino, Portugal, e incluso existe un tramo que discurre por este. Según explican los oriundos, una preciosa mora habitaba el puesto y es que su tamaño es tal que afirman que entrando en ella se llega hasta tierras lusas. Una de las múltiples leyendas manifiesta que un felino, que habían introducido en la Cova, corroboró esta teoría al ser enemigo en una pueblo portuguesa. Una ruta maravillosa llena de encantos y encantamiento para realizar en un día soleado. 

Cova da Moura en la aldea de A Esculqueira
Cova da Moura en la pueblo de A Esculqueira

Pazo dos Cardóniga: En el corazón de A Mezquita, conocido como “A Calle”, se encuentra uno de los edificios más relevantes de este municipio. Situado frente a la Iglesia de San Martiño, fue construido por orden de los nobles señores de Láncara, emparentados con los Pimenteles y los Condes de Benavente a finales del siglo XV. Su figura cuenta con una interesante puerta de portería de medio punto y hermoseamiento de bolas, en la que aparece la momento de 1480. En la hogaño no se encuentra restaurado y está dividido en dos viviendas. 

Pasear por la zona histórica y visitarlo es casi obligatorio, al igual que detenerse en la Iglesia de San Martiño. De estilo barroco, fue iglesia de padroado señorial y se remonta al año 1712. Según cuenta la lema, uno y otro edificios están conectados por un túnel bajo tierra, que le permitía a los habitantes del pazo tener golpe directo a la iglesia. En medio de uno y otro edificios se extiende una plaza que marca el epicentro de la zona histórica que ha sido declarante de primera mano de los siglos de historia del municipio.

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