En la calle de la Princesa hay dos edificios históricos con fachadas idénticas. Los números 22 y 24 están pegados: piedra aburrido en la planta depreciación y porte mostaza más hacia lo alto. Los dos se levantaron en 1935 para introducir catorce viviendas como proyectos para casas de arriendo y, poco menos de un siglo a posteriori, pertenecen al Catálogo Universal de Edificios Protegidos de Madrid con una baremación parcial de nivel 3. Este graduación de protección exige un plan específico para cualquier gala urbanística y el Junta de Madrid acaba de aprobar un expediente que abre la puerta a que los dos inmuebles de Princesa se conviertan en un hotel y un espacio de restauración.
Este plan particular obtuvo el trillado bueno en la última Agrupación de Gobierno y ahora está inmerso en el periodo de información pública (el proceso en el que cualquier interesado puede presentar alegaciones al tesina municipal). Los números 22 y 24 de Princesa no son especiales sólo por su caducidad, sino por el ámbito en el que se erigen. Próximo al palacio de Liria, la residencia oficial de la Casa de Alba desde el siglo XIX y un Correctamente de Interés Cultural (BIC), y en el interior de la zona de amortiguamiento del Paisaje de la Luz, el eje Prado-Retiro notorio Patrimonio Mundial por la Unesco en 2021.
El nuevo expediente permitirá realizar obras y modificar el uso de estos inmuebles, en concreto, de las plantas superiores. Los pisos segundo, tercero y cuarto y el bajo se someterán a una rehabilitación, restauración y conservación de fachadas, cubierta y nociones estructurales deteriorados, «con el objetivo de destinar todo el edificio a un uso de hospedaje y restauración», sostienen desde el Campo de acción de Urbanística, Medio Condición y Movilidad de Madrid.
La reforma contempla una redistribución interna de las dos edificaciones, que suman una superficie construida de cerca de 7.350 metros cuadrados. El inmueble del número 22 es poco más pequeño, con una superficie catastral de 721 metros cuadrados y 3.679 metros cuadrados construidos, mientras que el número 24 cuenta con 663 metros cuadrados de suelo y 3.762 metros cuadrados de construcción. El plan particular no aumenta su edificabilidad, sino que une uno y otro espacios mediante la demolición de dos tramos de escalera laterales de acercamiento a la planta sótano, la aniquilación de los actuales ascensores y la construcción de una nueva plataforma elevadora que comunicará cada portal con su planta sótano. Incluso habrá cuatro nuevos ascensores y se modificarán los huecos de la porte supletorio de Princesa, 22 y las fachadas posteriores y del patio de sendas construcciones.
En buen estado
Según los informes urbanísticos del Junta de Madrid, los dos edificios «presentan un buen estado de conservación y mantienen similar distribución con dos oficinas por planta que ocupan desde la parte depreciación hasta el ático». Entre ellas, una agencia de viajes y una escuela de formación. Aún no hay momento de inicio de las obras ni plazos definidos, pero todas las empresas deberán desalojar los inmuebles para ser sustituidas por un futuro hotel y un tesina hostelero.
El Plan Singular se ha desarrollado a partir de varios informes. La gala implicará la demolición de un prominencia construido en la terraza del ático del número 22, evaluado de modo negativa por la Comisión de Protección del Patrimonio Histórico-Exquisito y Natural del Junta de Madrid. Por otra parte, un estudio de incidencia urbanístico-ambiental describe de modo pormenorizada la delimitación del ámbito urbanístico, las características del emplazamiento y el entorno urbano, así como el uso propuesto.
La Agrupación de Gobierno aprobó y elevó a información pública este expediente tras el informe inclinado judicial y técnico de la Dirección Universal de Planeamiento Urbanístico, el pasado 19 de diciembre, y del crónica positivo de la Comisión para la Protección del Patrimonio Histórico, Exquisito y Natural del 21 de septiembre. La Comunidad de Madrid asimismo se pronunció a valenza, en noviembre, con los informes de la Comisión Restringido de Patrimonio Histórico y de la Dirección Universal de Patrimonio Cultural.