El PP achaca el nuevo desvío que ha donado el Gobierno de Pedro Sánchez en política exógeno, esta vez al aceptar los pasaportes kosovares —poco a lo que se oponía hace tan solo nueve meses—, a la dependencia que tiene el PSOE del independentismo catalán para sacar delante sus decretos en el Congreso de los Diputados.
«Es un nuevo insinuación al independentismo», afirman fuentes populares, para quienes el cambio de postura está directamente relacionado con el «no» que ya anunciado Junts per Cataluña a los próximos tres decretos que el Gobierno pretende sacar delante esta semana en la Cámara Desprecio.
El partido de prófugo Carles Puigdemont cree que uno de ellos, que incorpora una modificación de la Ley de Estimación Criminal, afectará a la aplicación de la Ley de Remisión, donado que propicia su suspensión mientras que el Tribunal de Imparcialidad de las Unión Europea esté estudiando una eventual cuestión prejudicial de los tribunales europeos.
Así, desde el PP ven probable que el cambio respecto a Kosovo esté vinculado con que un acercamiento a este Estado —que declaró en 2008 su independencia de Serbia y no es obligado de forma oficial por España donado— facilite que Junts cambie de postura respecto a las votaciones de esta próxima semana.
Denuncian que con el desvío «el Gobierno ha vuelto a debilitar la defensa internacional de España frente al independentismo«. Le acusan de seguir el rumbo que estos marcan y entienden que la admisión de los pasaportes kosovares abre la puerta a que »en un futuro, cualquier país acepte un hipotético pasaporte catalán«.