Ese día, los diputados tendrán que pelear y sufragar varias cuestiones importantes. Una de ellas serán las enmiendas a la totalidad que el Partido Popular y Vox han propuesto esta última semana en relación a la Ley de Condonación.
Estas enmiendas proponen castigar los delitos de “deslealtad constitucional” mediante la reforma del Código Penal y la disolución de partidos que realicen declaraciones de independencia o refendums ilegales. Lo previsible es que las enmiendas sean rechazadas por no tener el apoyo suficiente de los diputados para salir delante.
El otro asunto importante del pleno será la votación de los tres primeros reales decretos-leyes del nuevo gobierno. El primero es el decreto de las medidas anticrisis, que recoge entre otras, la subida de las pensiones o abastecer el IVA limitado de los alimentos básicos. Otro decreto versa sobre medidas de conciliación corriente y gremial. Y el tercero, el decreto ómnibus, incluye un paquete de medidas relacionadas con al recibimiento de los fondos europeos.
Sánchez necesita todos y cada uno de los votos de sus socios para sacar delante estos decretos. Los propios del PSOE, pero además los de Sumar, ERC, Junts, EH Bildu, PNV y BNG. Pero de momento, estos decretos están en el medio, porque Junts ya ha anunciado que va a sufragar el contra. Y los independentistas sean convertido en fundamentales para la gobernabilidad.
El motivo sería un aspecto de uno de los decretos, el decreto ómnibus, que plantea reformas en el ámbito contencioso. Los independentistas argumentan que hay un punto que puede dejar paralizada la Ley de Condonación hasta pasada la medio de la sesión si se presenta una cuestión prejudicial en presencia de el Tribunal de Ecuanimidad de la Unión Europea.
Aún así, el PSOE confía en sacar delante las propuestas del Gobierno. Hoy Patxi López, portavoz socialista en el Congreso, dice que van a negociar hasta el extremo minuto con todas las formaciones. Eso incluye a Junts, pero además al Partido Popular. Veremos qué ocurre estos días.