La avión, un Boeing 737 Max 9, despegó del aeropuerto de Portland, Oregón, con destino a Ontario, California. Poco a posteriori de proceder, una ventana explotó, dejando un agujero en el fuselaje. La fuerza de la golpe fue tan noble que arrancó un trozo de la hormaza del máquina.
Algunos pasajeros, que no resultaron heridos, han relatado momentos de pánico y terror. Emma Vu, una de las viajeras afectadas, ha especificado que se encontraba durmiendo cuando ocurrió el percance.
“Las máscaras están caídas. Estoy muy asustada en este momento. Por servicio reza por mí. Por servicio, no quierofallecer“, escribió Vu a sus padres en un mensaje, tal y como informa el New York Post.
En declaraciones a la CNN, Emma Vu ha tachado la experiencia como un momento “muy aterrador y surrealista” que le ha afectado psicológicamente.
“Piensas que nunca te va a suceder a ti”
“Me desperté con el avión cayendo y supe que no era sólo una turbulencia habitual porque las máscaras se bajaron, y fue entonces cuando el pánico definitivamente comenzó a invadirlo. Simplemente piensas que nunca te va a suceder a ti, y luego, fielmente, me pasó a mí”, ha añadido al canal estadounidense.
En muestras de obligación, ha confesado sentirse “agradecida por las dos mujeres que se sentaron a cada flanco de mí, me estaban frotando la espalda dándome consuelo“.
“Me estaba asustando porque mi bolsa no se inflaba y eso es fielmente lo que te dicen en materia de seguridad: como que no te preocupes, todavía estás recibiendo flujo de aerofagia, pero en la lucha o la huida no estás pensando en eso. Fue tan aterrador“, ha contado en un vídeo en sus redes sociales.
Por final, ha mostrado su descontento por la opción de la compañía aérea: “Simplemente siento que un planeo reembolsado con más espacio para las piernas y agua y refrigerios gratuitamente no es suficiente”.