Cristóbal L.C., sobrenombre ‘El Toba’, ha insinuado este martes en un cordura por un nuevo caso de corrupción de menores que sus hijos o un amigo que les cuidaba le pudieron meter en un chat de WhatsApp en el que había fotos sexuales de menores, negando ocurrir participado en el mismo y ocurrir facultado el introducir su número de móvil.
«Mis hijos son capaces de todos. No son corderitos. Qué no vendan a niños de 13 abriles como corderitos –en referencia a la fiscal– pero no pongo la mano en el fuego por nadie de ellos por la tecnología que hay. Son capaces de eso y más», ha manifestado en su turno a la última palabra.
El pederasta, condenado ya por una acometida sexual a un último y corrupción de menores, se sienta por segunda ocasión en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Madrid por unos hechos ocurridos en julio de 2020 cuando contactó con un pequeño de 15 abriles, a quien envió una foto con sus genitales.
Se enfrenta a una petición fiscal de siete abriles de prisión por un delito de exceso sexual a último de 16 abriles, un delito de corrupción de menores, un delito de exhibicionismo y provocación sexual.
En su noticia, la fiscal ha mantenido la solicitud de condena al decidir «plenamente» acreditados los hechos objeto de la aspecto verbal, sobre todo por las conversaciones extraídas del móvil.
En cambio, la defensa pide la absolución al sostener que no hay «ni una sola prueba» contra su patrocinado y duda incluso de la sujeción de custodia del teléfono, que supone la principal prueba incriminatoria. Se ha quejado adicionalmente de que no se puede descartar que esto haya sido «una broma de niños» al no investigar el móvil de la víctima y no tomar refrendo al otro último que estaba en el chat.
En su afirmación, el encausado ha inepto los delitos que se le imputan y los hechos de los que le acusa la fiscal. La Patrulla Civil halló en la procedencia el contenido del teléfono conversaciones en el referido chat «enfocadas todas al ámbito sexual» y fotografías con genitales de los chicos para que el procesado «valorase el variedad».
«Estoy harto. Esto es un acoso exagerado», ha denunciado el acentuado nervioso y enfadado carencia más salir el interrogatorio de la fiscal, quien le ha preguntado acerca de si formó o participó en un agrupación de Whatsapp en el que la Patrulla Civil localizó fotos sexuales.
«Yo no sabía de su existencia. Mi teléfono estaba en mi casa y tengo dos hijos, uno de 16 y otro de 14 abriles. Mis hijos usaban el teléfono y todavía estaba un amigo que les cuidaba. Desconozco si fueron mis hijos», ha detallado.
A preguntas de la representante del Profesión Manifiesto, ha insistido en que «no sabía carencia de ese chat ni de ese agrupación» contestando de malos modos con «en qué parte no ha entendido». Esta réplica a la fiscal ha llevado al presidente de la Sección 17 a darle un toque de atención y ha advertirle que no le iba a «permitir ningún tipo de liza». «Abogado, hable con su cliente», le ha emplazado a su defensa.
«¿Usaba usted páginas de contacto en Internet?», le ha inquirido la fiscal, a lo que éste ha replicado que «sí» de tipo ‘Tinder’ o «Pasión» negando que hiciera uso de páginas de cortejo de menores o de las conocidas como ‘sugar daddy’.
Propuestas sexuales a menores
En su afirmación, la víctima ha manifestado que participó en el chat pero que cuando descubrió que Cristóbal era una persona maduro cortó de inmediato una videollamada. «Yo tenía 15 abriles», ha dicho señalando que el procesado le hizo una propuesta para abastecer relaciones sexuales, sin ofrecerle mosca.
En la prueba pericial, un agente civil ha expuesto el noticia en el que se analizó el teléfono del encausado, detallando las conversaciones elevadas de tono entre el acentuado y los menores, donde había un intercambio de fotografías de sus partes íntimas para que el procesado pudiera comprobar «el variedad».
En las cuestiones previas, la defensa ha solicitado al tribunal que se celebrara el cordura a puerta cerrada, a lo que se ha inepto la fiscal y el presidente de la Sala al no existir motivos para ello.
Condenado a 19 abriles de prisión
‘El Toba’, como se le conoce en Valdeavero, regentaba una frutería en la plaza de la villa, donde presuntamente abusaba de amigos de sus hijos. Hace unos meses, se le impuso una primera condena a 19 abriles de prisión por violar a un pequeño de 15 abriles en su propio domicilio en agosto de 2022. El cordura se celebró el pasado 29 de septiembre en la Audiencia Provincial de Madrid.
En otro de los procesos penales en los que está investigado se enfrenta a una petición fiscal de 98 abriles de prisión por abusos sexuales a más de una decena de niños.
En este caso, irresoluto de cordura, los abusos se cometían en la frutería que regentaba el acentuado o en su domicilio. Las víctimas, diez menores de entre 3 y 13 abriles, eran amigos de uno de sus hijos e hijos de su entorno.
Los hechos objeto del procedimiento que se ha chancillería este martes se produjeron el 24 de julio de 2020 cuando el encausado a través de la aplicación móvil WhatsApp se puso en contacto con un último de 15 abriles.
Tras ocurrir estrado conversaciones con el último, procedió a ofrecerle la cantidad de 100 euros para abastecer relaciones sexuales, solicitándole que le enviará foto de sus zonas genitales, así como el mismo le envió una foto de su zona sexo.
‘El Toba’ ingresó a finales del mes de octubre en la prisión de Soto del Auténtico tras ser condenado. La Sección 30 de la Audiencia Provincial de Madrid ordenó que entrara en la prisión por apreciar posible peligro de fuga.