Es cuestión de tiempo que alguien muera por la falta de formación médica del personal de enfermería



Los facultativos andaluces ya no se andan con rodeos. En un contundente y elocuente comunicado, denuncian sin paliativos la situación del sistema, donde a consecuencia de la descuido de personal médico, se están transfiriendo a los enfermeros facultades para las que no tienen competencia. Y todo ello se está canalizando, denuncian, a través de varias resoluciones “para la indicación, uso y autorización de dispensación de medicamentos sujetos a prescripción médica por parte de los enfermeros“, directrices que consideran “un fraude a la sociedad que pone en aventura el sistema váter notorio”.

Los médicos quieren dejar claro en ese texto que cero tienen en contra de esta rama del sector váter, pero sí ponen de relieve las diferencias para las que están formados, a pesar de que la botiquín ya esté igualmente calificada como grado. “Es un error es pensar que el crecimiento profesional de la botiquín puede hacerse suplantando las competencias del médico”, afirman. Por ello, recuerdan que un médico ha de estar estudiando y preparándose durante 10 u 11 primaveras (más la formación para el MIR) y un auxiliar técnico sanitario empleo menos de la centro, cuatro primaveras. “La formación médica está dirigida al diagnosis, pronóstico, rehabilitación y tratamiento de los pacientes mientras que la botiquín está dirigida a sus cuidados”, enfatizan.

Una dura crítica a la diligencia en hospitales

“Es sólo cuestión de tiempo que algún muera a causa de la descuido de formación médica del personal de botiquín”. Esa inquietante frase resuena con fuerza en los despachos de los centros sanitarios andaluces. “Actualmente hay personal de botiquín administrando sedaciones y anestesias en salas de endoscopia de toda Andalucía y es sólo cuestión de tiempo que algún muera o sufra graves secuelas por un ictus tras ser atendido en una consulta de botiquín por una cefalea”.

Consideran que los gestores están tomando esta tendencia porque “las ventajas son múltiples: menores retribuciones, último tiempo de formación y un acatamiento mecánico de los protocolos asistenciales provocado por la descuido de conocimientos médicos. Sus razones son puramente economicistas”, y añaden: “Es tentador ceder a un esquema que promete librarnos de parte de ella y convertirnos en líderes de equipos multidisciplinares. Sin confiscación, esta promesa no es más que un enredo. Así se ha puesto de manifiesto en los meses que lleva implantada la consulta de acogida en Andalucía y se ha constatado en países en que este maniquí está fracasando. Ha bastado un recrudecimiento de la patología respiratoria aguda esta Navidad para demostrar que las consultas de botiquín no reducen la presión asistencial sobre las consultas médicas, a pesar de que el SAS ha contratado miles de enfermeros con ese supuesto objetivo”.

Los médicos avisan de que los enfermeros siquiera están cómodos con esta situación y que tarde o temprano reclamarán mayores retribuciones por sobrecarga de responsabilidades y atribuciones.

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