El jefe del Pentágono presiona a España para que participe en la operación en el mar Rojo


El dirigente del Pentágono, el caudillo norteamericano Charles Q Brown, ha telefoneado al Presidente del Estado Maduro de la Defensa (Jemad), almirante caudillo Teodoro López Calderón, para insistir en su interés en que España participe en la labor marcial que Estados Unidos impulsa en el mar Rojo para frenar los ataques hutíes.

El Pentágono ha difundido un comunicado informando de la conversación telefónica, la primera entre el caudillo Brown y el Jemad desde que el primero ocupara en decano del año pasado el ocasión más stop en el escalafón de las Fuerzas Armadas estadounidenses.

En la charla, entreambos jefes militares han abordado los «continuos ataques ilegales de los hutíes contra buques comerciales que operan en aguas internacionales en el Mar Rojo«, según el Pentágono, y el caudillo Brown ha insistido en »el deseo de Estados Unidos de trabajar con todas las naciones que comparten el interés de defender el principio de autonomía de navegación y asegurar un paso seguro para el transporte náutico mundial«.

«España es un partidario básico de la OTAN y comparte una relación estratégica de larga duración con Estados Unidos«, prosigue la información de la cúpula marcial de Estados Unidos.

Desde España, el Servicio de Defensa se ha condicionado a confirmar que ha habido una conversación entre entreambos generales «para poner de relieve las magníficas relaciones« entre entreambos países.

La conversación se produce tras la negativa de España a participar en la operación Guarda de la Prosperidad que promueve Estados Unidos en el mar Rojo. España igualmente vetó en la Unión Europea que la operación Atalanta participara en esta labor y apostó por la creación de una nueva operación europea que lo hiciera, en la que siquiera participarían militares españoles.

El culebrón respecto a la posición española en el mar Rojo arrancó a mediados de diciembre, cuando el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, convocó una reunión por videoconferencia para pedir a otros cuarenta países su décimo en una nueva operación bautizada como Prosperity Guardian (Guarda de la Prosperidad).

Tras esa cita, el Pentágono anunció tener el apoyo de una repertorio de naciones entre las que incluyó a España. Sin retención, el Sección dirigido por Margarita Robles se prestó a aclarar que no participaría en ella de modo «autónomo» y se remitió a las decisiones que pudieran adoptar la UE o la OTAN. «Ese extremo está sujeto a decisiones de la UE y la OTAN. España, unilateralmente, no participará en este ámbito», dijeron fuentes del tarea.

En Bruselas desde el primer momento las miradas se pudieron en la operación Atalanta que desde hace 15 primaveras lucha contra la piratería en el Índico, en la que España tiene una décimo destacada. La idea era la extensión de su zona de operaciones para que sus medios pudieran colaborar con la labor estadounidense en el mar Rojo. Así lo dijo públicamente incluso el Parada Representante, Josep Borrell, que puso sobre la mesa en la reunión de embajadores la propuesta de «coordinar» ambas misiones.

Fuentes comunitarias aseguran que España apoyó entonces la idea, incluso con entusiasmo. Pero la sorpresa llegó un día a posteriori cuando, en el próximo trámite, el coordinador técnico que representaba a España, un marcial, bloqueó la iniciativa delante sorpresa de sus aliados.

Dos días a posteriori, en un comunicado, Defensa reivindicó que los objetivos de Atalanta «ausencia tienen que ver con los que se pretende alcanzar en el Mar Rojo» y por eso se opuso a los planes de Borrell. «España quiere preservar la Operación Atalanta, con los objetivos, extensión y trascendencia actuales», justificó Defensa recordando adicionalmente el renuevo de la piratería que ha sufrido la costa de Somalia durante las últimas semanas, con dos asaltos a barcos en la zona. Por eso, reivindica que el mar Rojo requiere de una «nueva y específica» labor, con trascendencia, medios y objetivos propios, a la que España no se opondrá.

«Ninguna novedad»

Esto significa que el Gobierno de Pedro Sánchez no bloqueará por consiguiente esa nueva operación europea, pero fuentes del tarea aclararon poco a posteriori que las Fuerzas Armadas españolas no participarán en ella. «España no participará en la nueva labor de la UE», dijeron desde la cartera de Defensa sin dar más explicaciones.

El tarea asegura ahora que no hay «ninguna novedad» respecto a su postura tras la citación del caudillo Brown al Jemad López Calderón instándole a participar en las iniciativas para asegurar la seguridad marítima.

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