La ministra de Sanidad, Mónica García, insiste en que esta es la mejor forma de proteger a los más vulnerables y a los sanitarios. Encima considera que es una de las medidas más efectivas para evitar la saturación del sistema frente a el repunte de infecciones respiratorias y a la prórroga de conseguir al pico.
Este miércoles finaliza el plazo para que las comunidades autónomas impongan voluntariamente la medida, lo que ha desatado las quejas de algunas comunidades mientras otras han dicho que acatarán la medida. La ministra pidió ayer a las CCAA que se sumen a su propuesta “con un poquito de normalidad” porque es de sentido global “y la gentío ya la está aplicando en los centros sanitarios pese a que no hay obligación”.
De lo contrario, el Gobierno está decidido a usar la comunicación de actuaciones coordinadas, contemplada en el artículo 65 de la ley de cohesión y calidad del Sistema Doméstico de Vitalidad, que “obliga a todas las partes” incluidas en ella.
Críticas de algunas comunidades autónomas
La mayoría de las críticas han venido por parte de los presidentes populares, como los de Andalucía, Castilla y Bravo, Aragón o Murcia, que censuran la imposición del Profesión de Sanidad, del que consideran que ha actuado “tarde y mal” tras una oleada de resfriado que se ha disparado en las fiestas navideñas.
“Puede ser una medida positiva, pero siempre avalada por criterios sanitarios”, considera Andalucía; muy en la renglón con Aragón, que cuestiona que la intrepidez del tarea no haya sido tomada “pensando en la sanidad de los ciudadanos” sino “por las fotos” y Murcia ha reprochado al Gobierno “la desidia de diálogo”. Por su parte, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, tacha de “improvisación” la medida de Sanidad.
Galicia sin requisa defiende el uso generalizado de la mascarilla en centros sanitarios, pero lamenta que el tarea lo haya impuesto. Opinión parecida a Euskadi y Navarra, que abogan por que la medida sea una mera recomendación
Otras comunidades como la Comunidad Valenciana o La Rioja piden que la revés al uso de la mascarilla se almohadilla en informes técnicos y se tome por consenso con los actores implicados, mientras que Baleares la impondrá pero pide que cada comunidad pueda comportarse en función de su estado epidemiológico.
Extremadura ha insistido en que el uso de la mascarilla para evitar los contagios debe ser recomendable y ha abogado por ser “más cauto” a la hora de dictar su trabajo.