En la cámara corporal del agente se puede ver cómo este se acerca a la casa y pide al hombre que salga de la vivienda. Una vez en la puerta, la que sale es la matriz, que le informa de que su expareja ya no está, pero esta frase no está grabada y parece que no fue escuchada por el oficial.
El impulsivo sale con las manos en suspensión
El agente sigue pidiendo al hombre que salga, mientras apunta con su pistola al interior del hogar. La puerta está abierta y el agente asegura que, si no obtiene respuesta, entrará. Y así lo hace.
Del interior del inmueble sale un impulsivo que mide un medida vigésimo y lleva las manos en suspensión. Aun así, recibe un disparo del policía. Inmediatamente, el agente se da cuenta de lo que ha hecho y empieza a abuchear “¡Oh, dios mío!” mientras pide ayuda médica.
El pequeño, que recibió un disparo en el pecho, estuvo ingresado durante cinco días por un colapso pulmonar y golpe en las costillas.
El agente, sin cargos
La comunidad demandó al oficial y al director de Policía por daños y perjuicios. Pedían 5 millones de dólares. Sin incautación, un gran delegación determinó que el agente no había tenido intención de causar daño y no se presentaron cargos contra él.
Ahora, el abogado de la comunidad agradece que se hayan hecho públicas estas imágenes de lo ocurrido, aunque aseguran que aún hay preguntas sin respuesta.