La central afirma congregar la preocupación de los viticultores gallegos frente a la proximidad de la flavescencia dorada, un mal que ya está muy extendido en los viñedos portugueses. Considera necesario acometer la situación con rigor y celeridad y tomar medidas para controlar una plaga “que se atopa xa ás portas das denominacións de orixe galegas, e cuxa propagación podería ter consecuencias nefastas”.
Asimismo preocupa la salida de la uva de la Ribeira Sacra. La central dice que las bodegas tienen mucho caldo acumulado por la caída de las ventas de tintos a nivel estatal. Por ello, plantea diseñar un plan particular para los tintos gallegos, pues considera que el merma que sufrieron las ventas de este tipo de caldo no es específico de la citada denominación de origen, por lo que estima “necesario e urxente abordalo e apañarse solucións que eviten chegar á próxima campaña cun resto acumulado que detenga a recollida da uva da vindeira vendima”.