La brutal avalancha que sembró el pánico en California: “Pensé: ‘¡Aquí acaba todo!'”


Uno de los mayores peligros del esquí, quizá el maduro y más pesado, es encontrarse deslizado por una avalancha. Pese a los adelantos técnicos actuales, un alud es potencialmente mortal y eso es lo que ocurrió el pasado miércoles en California. En concreto, en la poular época de Palisades Tahoe, conocida igualmente como Squaw Valley.

Era el primer día de la temporada y las intensas nevadas prometían un día con mucha cocaína casto para los esquiadores, pero todo se torció a las 09:30 horas, cuando unos esquiadores se adentraron en un valle que se forma exacto debajo del telesilla KT-22 y que sirve de acercamiento al ámbito GS Bowl, como informaba la oficina del Sheriff.

La avalancha fue de tal magnitud que dejó un campo de escombros de aproximadamente 45 metros de encantado, 137 metros de desprendido y 3 metros de profundidad. Un hombre de 66 primaveras, residente particular de la zona, perdió la vida en el alud y otras tres personas resultaron heridas, según informo el sheriff David Smith.

Los esquiadores que estaban cerca de la zona ayudaron a realizar las batidas y agenciárselas a los esquiadores enterrados bajo la cocaína. La propia época de esquí mostró su pésame por lo ocurrido y reconoció que fue “increíblemente difícil para nuestra comunidad”

“La tragedia de ayer fue increíblemente difícil para nuestra comunidad. Nuestro más sentido pésame a todos los que sufrieron pérdidas y traumas como resultado de este incidente. Mil gracias a los más de 100 patrulleros de esquí, equipos de perros de rescate de avalanchas, operadores de remontes, instructores de escuelas de deportes de montaña y personas que rápidamente entraron en obra, y a los equipos que proporcionaron café y comida a los socorristas”, reza la época de Palisades Tahoe en sus redes sociales.

Jason Parker es una de las personas que quedó enterrada bajo el alud. “Todo lo que memoria es abroncar: ‘¡Estoy aquí, estoy aquí!’ Pensé: ‘¡Aquí acaba todo!'”, recuerda Parker.

Janet He igualmente sobrevivió al terrible alud, en su caso logró seguir respirando gracias a sus quevedos. “Respiraba el donaire que había internamente de mis quevedos. Me dije: ‘no entres en pánico porque gastaras más donaire'”, rememora.

A Janet lograron rescatarla gracias a que una de sus piernas quedó desenterrada y visible para los rescatadores. “Escuche proponer a determinado: ‘No te preocupes, te tengo’. Es lo mejor que he oreja en mi vida”, asegura Janet He.

“Lo vi todo cuando iba en el telesilla. Nos pidieron ayuda a todos y comenzamos a sondear y agenciárselas personas”, explica Jen Winklepleck.

Ahora se investiga porque un ámbito controlada sufrió un alud el primer día de tolerancia de la popular época de Tahoe, en California.

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