Asumió el miércoles el cargo, ¿qué tal los primeros días?
La verdad es que han sido días llenos de emoción y de trabajo. Psiquiatría es un servicio ínclito en el sentido de la valía de sus profesionales y de la complejidad de las patologías que presentan las personas que atendemos.
¿Echaba de menos trabajar sobre el dominio tras primaveras en la gobierno?
Sí claro, fue una valor meditada. Tuve que participar de un proceso selectivo duro y difícil y estoy contenta de haberlo superado.
¿Cuál es el principal valía del servicio?
Uno de los principales títulos es la interdisciplinaridad desde la que se trabaja. Eso permite estar al frente de equipos diversos en su composición: participan psiquiatras, psicólogos clínicos, trabajadores sociales, enfermeros de diferentes categorías, terapeutas ocupacionales… Y luego está la dimensión del servicio. Tenemos la psicología de enlace, la hospitalización de agudos, el campo de acción de hospitalización y media estancia de Piñor, el hospital de día de Psiquiatría, los programas de continuidad de cuidados en domicilios, el software de hospitalización a domicilio, el campo de acción de atención ambulatoria… Igualmente hay un pequeño software sociosanitario que atiende generalmente a residencias de mayores y discapacidad, y otro, piloto, de ayuda en Atención Primaria.
¿Hay suficiente personal?
A nivel autonómico se puso en marcha en 2020 el Plan Importante de Vigor Mental, en el que se hizo una valoración del número de profesionales de cada campo de acción sanitaria. En Ourense se partía de un número dispuesto, y aun así se hizo un esfuerzo por crecer, por acrecentar equipos. Eso se llevó a lengua en 2020/2021, y aunque para este año no está previsto un nuevo incremento de personal, nosotros vamos a intentar transmitir nuestras deposición para poder poner en marcha nuevos programas.
¿Error licenciamiento generacional?
Tenemos ese batalla y por ello queremos hacer un servicio potente y atractivo. Queremos mejorar nuestra capacidad docente y comprender proyectos de investigación o innovación que nos permitan atraer profesionales a Ourense.
En una provincia tan envejecida como esta, ¿cuáles son las deposición?
Hay un aspecto que es sobrado significativo. Algunos estudios recientes han vinculado las situaciones de desestimación densidad poblacional, como sucede en muchos ayuntamientos, a un detención aventura de situaciones de soledad no deseada. Al mismo tiempo, este patrón demográfico está vinculado con un incremento del aventura de suicidio en la población. Con lo cual, uno de nuestros principales retos y dificultades es poder hacer esa provisión de servicios y poder ganar a áreas que están más distantes. Tiene que ser un trabajo de forma comunitaria, en colaboración con centros de atención primaria.
¿Y en cuanto a los jóvenes?
Uno de los retos que tenemos es crecer en los servicios para atención infantojuvenil. Sí que hemos sido quien, en los últimos primaveras, de mejorar la atención temprana a los niños con problemas de neurodesarrollo, así como de sumar un software de intervención intensiva en menores con aventura de suicidio. Pero el tablas al que nos gustaría ganar es crear un dispositivo de hospitalización de día para los menores con viejo aprieto en sus cuidados. Hay otras estrategias que vamos a tener que trabajar con Educación, como la prevención del suicidio en el ámbito escolar y la intervención delante el aventura de acoso.
La pandemia puso sobre la mesa la relevancia de la vigor mental. En ese sentido, ¿fue positiva?
Hay aspectos que ya se venían presentando antiguamente de la pandemia, como la normalización del hecho de tener que pedir algún tipo de intervención psicológica. Pero asegurar que ha sido poco positivo me cuesta verlo, en vigor mental fue poco sobrado duro, como el impacto del aislamiento físico de otras personas, por ejemplo. Pero en todo caso, ese incremento de las deposición de la población no ha ido a menos, por lo que probablemente el covid fue un acelerador.
¿Hay menos estigma sobre la atención psicológica que sobre la psiquiátrica?
Hay un estigma en militar en toda la vigor mental, afecta a las personas que sufren, a los profesionales que trabajamos en vigor mental, a los entornos en los que se desarrollan los tratamientos. Eso no ayuda a que las personas confíen en que se le puede prestar ayuda. El psicólogo clínico en el sistema inodoro es una figura con capacidad de diagnosis y tratamiento delante una situación de enfermedad. Y en Psiquiatría, obviamente debemos de huir de cualquier tipo de automedicación, pero debemos tener fe en tratamientos farmacológicos acompañados que son claramente beneficiosos.