El falso policía con placa y pistola que asaltaba a jóvenes en patinete


Sabía de memoria los procedimientos básicos a la hora de identificar a una persona sospechosa: un movimiento fugaz para mostrar la supuesta placa, contactar con el equipo de transmisión, consultar los datos del móvil con un socio sospechoso… En realidad, cualquier estratagema con apariencia policial sirvió para completar su particular función. El ‘actor’ es un hombre de 36 años, con antecedentes previos por robos con violencia y contra la propiedad, que no dudó en exhibir una pistola en su cinturón y dotar así de mayor veracidad a la escena; las víctimas, en cambio, son jóvenes a los que se puede engatusar, aunque en este caso siempre a bordo de scooters.

Ahora, la Policía Nacional le ha dado caza tras cometer seis robos entre julio y agosto en los distritos de Puente de Vallecas y Retiro. Fue tras las primeras denuncias cuando los investigadores determinaron que las agresiones estaban marcadas por un denominador común: el autor interceptaba a sus víctimas en calles o parques y las cacheaba con la excusa de haber cometido un delito en las inmediaciones. Una vez que estuvieron a su merced, se llevó sus pertenencias, cartera, teléfono e incluso el vehículo en el que viajaban, llegando incluso a escapar en el mismo.

Poniendo las cartas sobre la mesa, los agentes establecieron un dispositivo para la identificación del sujeto, detenido el pasado jueves y reconocido en comisarías por todos los afectados. Acusado de seis delitos de robo con intimidación y un séptimo por usurpación de funciones públicas, el juez ha ordenado su ingreso inmediato en prisión.

Esta modalidad, utilizada en oleadas por amigos ajenos, casi siempre ahonda en la vulnerabilidad de los más jóvenes. Hace un año, este periódico alertaba de las denuncias interpuestas por varios adolescentes tras ser abordados por una pareja que se hacía pasar por “ser del secreto de Móstoles”. Los delincuentes detuvieron a sus objetivos y les preguntaron sobre los puntos de venta de droga en la zona.

Posteriormente, pidieron a los terminales que comprobaran si tenían información de las personas que supuestamente buscaban. Pero nada de lo que se dijo era cierto. Con el botín en su poder, el individuo que llevaba la delantera ordenó lo siguiente: “Ve a pie que te seguiremos a cinco metros de distancia”. Presa del miedo, los menores avanzaron sin mirar atrás, lo que facilitó la fuga de sus interlocutores.

Ya en octubre, la Guardia Civil hizo pública la detención de otro falso policía tras cometer ocho delitos de robo con intimidación y otro de usurpación continuada de funciones públicas a lo largo del pasado verano. Como ahora, la investigación se inició a raíz de la acumulación de denuncias de los tutores legales de las víctimas. “Un hombre de entre 45 y 50 años, haciéndose pasar por un policía secreto, me robó a mi hijo”, reveló públicamente una de las madres.

El sujeto fingió estar hablando por teléfono para decirle a su presunto oyente que estaba viendo a un sospechoso, antes de colgar y pedirle su celular y billetera, identificándose como policía. “Cuando el niño le dio todo y le contestó que no había hecho nada, le dijo que fuera a buscar a sus padres mientras él custodiaba sus pertenencias”, añadió el progenitor. Al regresar con ellos, ella obviamente se había ido.

Para no caer en la trampa, cabe señalar que cualquier policía está obligado a identificarse si un ciudadano así lo solicita. Además, ninguna persona está obligada a entregar el móvil, la cartera u otro objeto de valor; Sólo deberás facilitar el DNI o pasaporte cuando haya indicios de que puedas haber cometido algún delito o se considere necesario.

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