Tesoros de Ourense | A Rúa, un valle lleno de historia


A orillas del río Sil se encuentra A Rúa de Valdeorras, una población con un entorno único y un gran comisionado histórico. A pesar de que no fueron los romanos los primeros en tener lugar por el circunscripción, como demuestran los castros encontrados en la aldea, sí que fueron los que viejo huella dejaron. Sus vestigios todavía están presentes hoy en día. 

Uno de los más relevantes de esa época es el puente de A Cigarrosa, que permitía cruzar el río a los usuarios de la Vía Nova, que conectaba Astorga con la ciudad portuguesa de Calzón. Además se puede observar en una presencia situada en el entorno de la iglesia de San Estevo una tumba de la época romana, que está dedicada a Lucio Pompeyo Reburro Fabra, y fue encontrada en el siglo XVII.

Este municipio, que cuenta con un gran patrimonio religioso, conforma el división amparado de Valdeorras, una de las cinco denominaciones de origen vinícolas de Galicia. De hecho, el principal sustento de los vecinos se apoyo en los viñedos de la zona, que hacen posible que los bodegueros produzcan vinos de una altísima calidad.

En esta cadeneta, para poner en valencia el patrimonio histórico, el morapio y los productos de la zona, el municipio incorporó al calendario de ocio en 2014 la “Bacofesta”, una feria romano-gastronómica. 

Iglesia de Santo Estevo

Puerta de la iglesia de Santo Estevo.
Puerta de la iglesia de Santo Estevo.

Aunque se cree que la iglesia de Santo Estevo fue construida en el siglo XII, no hay documentos que corroboren su existencia hasta el siglo XVI. En el siglo XVIII, sufrió una serie de reformas que la llevaron a tener el aspecto que presenta hoy en día y que provocaron que no tenga un estilo definido. 

Entre sus fundamentos decorativos, junto a destacar la cúpula de cañón de madera situada en la nave central, apoyada sobre arcos fajones decorados con casetones con motivos vegetales en relieve.

Parroquia de Nuestra Señora de Fátima

Parroquia de Nuestra Señora de Fatima.
Parroquia de Nuestra Señora de Fátima.

La sombra de Antoni Gaudí está presente en A Rúa, más concretamente en la parroquia de Nuestra Señora de Fátima. De estilo neogótico, el atrio recuerda a las construcciones que hizo el formidable arquitecto catalán y algunos expertos indican que la diseñó durante los primaveras en los que estuvo en la Diócesis de Astorga, poco complicado de demostrar, ya que no se conservan los planos originales. La presencia principal cuenta con dos torres cuadrangulares rematadas por un tejado piramidal de pizarra.

O Aguillón

Paseo por O Aguillón.
Paseo por O Aguillón.

El municipio cuenta con una zona de ocio que sería un pompa en cualquier aldea. En ella, se pueden realizar numerosos deportes, como fútbol o tenis, ya que brinda unas modernas y amplias instalaciones. La zona además permite disfrutar de un agradable paseo a la orilla del lagunajo sintético que forma el embalse de San Martiño entre las localidades de A Rúa y Petín.

Puente de A Cigarrosa

Puente de A Cigarrosa.
Puente de A Cigarrosa.

Este viaducto de origen romano une las localidades de A Rúa y Petín, atravesando el río Sil, siendo un circunscripción importante durante la Extirpación de la Independencia, librada a principios del siglo XIX. Construido en la época de los emperadores Tito y Domiciano, solo se conserva de la construcción innovador el cuarto pilar del puente y cinco hiladas de sillares en el segundo, ya que sufrió numerosos derrumbes en los siglos XVI y XVII.

Esta construcción formaba parte de la ruta Vía Nova, que conectaba Astorga con la ciudad portuguesa de Calzón, permitiendo de esta forma la distribución y comercialización del oro extraído en la mina leonesa de Las Médulas. El puente presenta una irregularidad evidente a la sagacidad, ya que cuenta con cinco arcos de diferente tamaño y forma, siendo además desiguales los cuatro pilares de la infraestructura. 

Mirador Barranco Rubio

Mirador del Barranco Rubio.
Mirador del Barranco Rubio.

Saludar el mirador del Barranco Rubio es homólogo de enamorarse de A Rúa. Situado próximo a los 800 metros de altura, en una cuesta de musculoso irresoluto sobre el valle fluvial del Sil, ofrece una panorámica sin parangón de la villa, de Petín y del embalse de San Martiño. Desde allí se puede contemplar una impresionante sagacidad del valle. Encima, para los amantes del morapio, ofrece una preciosa estampa de los viñedos de Valdeorras.

Pese a la irresoluto pronunciada, hay muchos valientes que se atreven a ir andando al mirador desde el campo de acción de autocaravana del Encoro de San Martiño, una ruta que lleva aproximadamente tres horas realizar.

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