Ourense prepara las fiestas gastronómicas que anuncian el Entroido 2024



Casi nada faltan unas semanas para proceder el Entroido en la provincia y, con él, la exaltación de los productos gastronómicos propios del invierno. A la dietario ourensana le quedan por delante intensos días en esta materia. El calendario de fiestas, especialmente intenso en el oriente, incluye degustaciones de platos como el cabrón, la androlla, la cachucha o el botelo.

Precisamente esta será la primera gran parada de la ruta gastronómica invernal. O Barco ya se prepara para acoger a casi 1.200 comensales que degustarán el producto en una fiesta declarada de Interés Turístico de Galicia. La pasión que levanta el botelo se demostró en la caminata de ayer, con madrugones y entradas que volaron en la villa valdeorresa. Tendrá circunstancia el próximo 20 de enero, y como prólogo, estos días se está celebrando la Ruta de Pinchos de la villa.

Otra fiesta de Interés Turístico autonómico es la que tiene la androlla como protagonista, en Viana do Tonto. Se prostitución de una de las citas más antiguas del calendario, con más de medio siglo de historia. Es, conexo al desfile de folións y boteiros, el evento central del Entroido vianés, ya que se celebra el propio domingo. En el mismo fin de semana acostumbra celebrarse la Festa do Bribón en el vecino concello de Vilariño de Conso, todavía estrechamente relacionado con los festejos que anteceden a la Cuaresma.

Aplazado por comicios

Aunque el oriente vive con particular intensidad esta serie de fiestas gastronómicas -de hecho, ya se celebraron la Festa da Freba de Petín y la Festa da Intriga de Costrela de A Rúa-, O Carballiño todavía tomará cuchillo y tenedor.

En este caso, será para degustar la cachucha. La publicación de este año será anormal para los carballiñeses, habituados a agendar este evento en el Domingo de Piñata para cerrar el Entroido. El adelanto de las elecciones autonómicas al día 18 obligó al Concello a postergarla al domingo 25, una semana luego.

El calendario está salpicado de más fiestas gastronómicas en las próximas semanas, a pesar de que algunas de ellas carecen de momento confirmada. Algunos ejemplos son la Festa do Codillo de A Rúa, la Festa das Sopas de Allo de Vilamartín (3 de febrero) o la Festa da Soá de A Veiga.

Impacto financiero

Más allá de esta ruta de fiestas invernales, el consumo de productos propios de la época como bica, chorizos o dulces relacionados con el Entroido se incrementa. Aun así, las citas de exaltación gastronómica suponen el encargo de ingentes cantidades de alimentos. Por ejemplo, el año pasado se repartieron más o menos de 2.500 chorizos en la Festa dos Fachós de Castro Caldelas. En la del botelo, se sirvieron 880 kilos de este plato característico, encima de 150 de chorizos, 150 bicas, 70 tortas de “roxóns” y 700 botellas de morapio, con el estímulo que ello supone para los productores de estos alimentos. El reguero de festejos todavía trae consecuencias beneficiosas para la hostelería de las localidades donde se celebran, ya que ven cómo la clientela suele incrementarse.

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