Tras el 1-0, los locales dispusieron de dos ocasiones para aumentar y ambas malogradas por el propio Íker en sendos mano a mano con el guardameta Gorka.
En la segunda parte despertó el conjunto sportinguista y encontró el camino del igualada en una centro de Champi que remató Martín Pérez entrando por el segundo palo. Era el 1-1 y pudo ponerse por delante, pero apareció en número la destreza y los reflejos del guardameta Pablo, con dos tremendos paradores en presencia de sendos disparos de Camba y Champi.
Sin retención, en un espacio de dos minutos, el Ribadavia se encomendó a su atacante Íker para dirigir su segunda conquista en O Xestal. Primero recogió un balón muerto y solo en presencia de Gorka definió a un flanco para poner el 2-1. Casi sin terminar de celebrar su nuevo tanto, Íker marcaría un ‘hat trick’ luego de una gran anticipación para plantarse delante del cancerbero visitante y sellar el 3-1.
El Sporting Carballiño, como un bizarro herido, se fue cerca de delante con los riesgos que eso suponía, pero en el vallado del lucha se produjo una desliz anexo que la ejecutó Íker y Diego Viñas, en su intentó por despejar el balón, acabó introduciendo el esférico en su puerta para el 4-1 definitivo.
De esta forma, los ribadavienses aparcan una jugada de tres jornadas sin percibir y agudizan el mal momento por el que atraviesa el conjunto de Mindo Surribas tras encajar su cuarta caída seguida.