Amaia, la nueva red social para nuestros mayores llega a varias residencias para luchar contra la soledad



“Los mayores deben salir a la vida, no les arrinconen que tienen muchos consejos buenos que dar”. Es el mensaje de María Linares, la voz que inspiró a Alberto y Lucía. A sus 86 primaveras le ha demostrado a sus nietos que a su antigüedad incluso puede conectarse a través de una pantalla. Una catequesis que ha sido posible gracias a Amaia, el plan interactivo que han desarrollado estos jóvenes “Decidimos que debíamos de tratar de arrimar la tecnología a nuestros abuelos, a fin de humanizarla y hacer que se sintieran parte de nuestro día a día”.

Se alcahuetería una aplicación que favorece la conexión digital gracias a una plataforma sencilla y ágil que permite que las familias se conecten a un radio privada y suban fotografías, vídeos o mensajes. Es una aplicación similar a la conocida red de Instagram, pero sólo accesible al círculo acostumbrado: “Cada vez que volvíamos al pueblo visitábamos a nuestros abuelos y nos dábamos cuenta de que querían enterarse todo lo que habíamos estado haciendo este tiempo: con quién habíamos estado, a quién habíamos conocido, qué lugares habíamos visitado. De esta modo pueden saberlo al instante”.

Fue precisamente la dificultad que tenía su abuela para conectarse con su comunidad la que impulsó a estos hermanos a poner en marcha esta aparejo “Ellos no manejan las redes sociales, el correo electrónico, etc. Amaia es una alternativa ofrece una plataforma inteligente que restablecimiento la atención de personas en las residencias y centros de día, enfocándose en la eficiencia de la comunicación y la optimización de tiempo y capital para alcanzar la personalización del cuidado”.

Desde luego, vencer la barrera de la digitalización no es el único objetivo de estos emprendedores, incluso disculpar la soledad a la que se enfrentan los ancianos “Aquí luchamos contra la soledad no deseada mediante la sumario de expresiones y la creación de momentos significativos”. Es por esto por lo que han llevado este plan a manos de algunas residencias de nuestro país. Una de ellas es la de Ayora, donde reside su abuela. La directora del Centro Cerilla Concejo de Ayora, Elena Tormo nos explica su uso “Las familias se lo descargan en su casa, pueden subir fotografías y vídeos por otra parte de poder añadir comentarios y explicarlas. Nos permite trabajar la estímulo cognitiva con los mayores con un material en extremo significativo para ellos”.

Este es sólo el punto de partida. Según los creadores de Amaia, la idea es formar un “ecosistema de aplicaciones” de modo que los trabajadores puedan aceptar la información y ayudar así al bienestar de los residentes. De esta modo, los empleados pueden conocer mucho más cuáles son sus gustos, capacidades o rutinas y adaptar los cuidados al anciano “Es la primer aparejo que hemos antitético que nos permite acopiar, registrar y dar conocimiento a todos los profesionales sobre la historia de vida, preferencias y todas las circunstancias que forman a una persona con su identidad. Hasta ahora en las residencias no se ha tenido en cuenta tanto la particularidad de las personas. Tenemos que conocer aceptablemente aquello que les gusta” añade Tormo.

El caso de Mercedes

Estos profesionales ya han comprobado en primera persona los resultados de esta aplicación. En concreto estos jóvenes nos cuentan cómo Amaia le cambió radicalmente el día a día a Mercedes:

“Muchas veces ocurre que una persona cuando entra a una residencia, se le presupone una etapa final de su aporte emocional, y se olvida de su vida y sus relaciones. En Amaia hemos vivido situaciones particulares donde hemos podido comprobar los bienes positivos de conectar a las personas con su pasado o con el presente de sus familias. El caso de Mercedes, una persona de la residencia de Ayora que llevaba unos días de decaimiento, con dolores constantes y sin alternativa clara. Ella probó la aparejo Amaia App en la cual, su comunidad que residía en Alemania le mandó un vídeo de su bisnieta que acaba de comenzar a pasear. Le cambió la cara, comenzó un proceso de restablecimiento constante en los días siguientes. Y por su parte, los profesionales, pudieron detectar y conocer lo que le animaba a seguir delante con la mejor sonrisa. Se puso en marcha este contacto continuo cercano con el apoyo de Amaia App que le facilita imágenes y soluciones para mejorar su estado de actitud y siempre nos trasladan si situación evolutiva. De esta forma, los profesionales ya no están cuidando a un residente, sino a Mercedes”.

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