Se demuestra que las células humanas ‘vibran’



Un equipo de investigación del CSIC ha rematado un avance significativo en la comprensión de las propiedades mecánicas de las células humanas: ha demostrado con éxito que las células vivas, específicamente las células epiteliales de mama humanas, exhiben resonancias mecánicas, un aberración previamente considerado poco plausible oportuno a la extraordinaria viscosidad y complejidad de las células en medios fisiológicos.

Los resultados de este estudio pionero, obtenidos por los investigadores del conjunto de Bionanomecánica del Instituto de Micro y Nanotecnología, se han publicado en una revista científica.

Un estudio de la decenio de los 50

Se zócalo en el trabajo de Eugene Ackerman en la decenio de 1950, quien propuso por primera vez la idea de las resonancias mecánicas en las células vivas. Sin secuestro, sus hallazgos fueron en gran medida pasados por suspensión oportuno a la equivocación de evidencia positivo sólida. Esta nueva investigación valida sus predicciones proporcionando evidencias experimentales de la existencia de estas resonancias.

Los investigadores han analizado mediante técnicas ópticas las fluctuaciones, comúnmente llamadas ruido de un micro-trampolín, fabricado con tecnología de silicio, sobre el cual se había adherido una célula humana. “El examen reveló que la célula era capaz de palpitar de forma específica a frecuencias que podían variar”, explica el investigador Javier Tamayo, que ha dirigido el estudio.

El papel de las células humanas en el cáncer

“Este inesperado hallazgo tiene implicaciones de gran difusión para nuestra comprensión del papel que juegan estas vibraciones en las células humanas y cómo se modifican por el cáncer“, apunta Tamayo. “El método tiene potencial para la identificación de células, pero se necesitan mejoras en la precisión del método que se están abordando actualmente”, añade. “Estos avances podrían conducir a nuevos enfoques para la espectrometría de agitación de células vivas y potencialmente revivir la idea de destruir células cancerosas mediante ondas ultrasónicas enfocadas”, augura el investigador.

La investigación emergente está comenzando a revelar el objeto de las vibraciones mecánicas en el rango de desprecio frecuencia, 1-100 Hz, en el comportamiento celular. Los mecanismos precisos a través de los cuales estas vibraciones ejercen sus género aún se están explorando, pero los hallazgos hasta la plazo sugieren una interacción compleja entre las fuerzas mecánicas y la biología celular.

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