La “ronda, el saludo y la disputa” tomará las “airas” de las aldeas vianesas los días 3 y 10 de febrero. En el caso del sábado 3 de febrero, a las 11,00 horas, la cita será en las aldeas de la parroquia del Padre Inmarcesible, repitiéndose la comportamiento a las 17,00 horas en Candesiños. El próximo sábado, 10 de febrero, será la lugar de Rubiais la afortunada de aceptar a la comparsa a partir de las 11,00 horas , mientras que Seoane de Hacia lo alto lo hará a partir e las 17,00 horas.
La osadía de rotar esta tradición por las aldeas es debida a que “precisamente era onde antigamente se facían as comparsas. Ademais hai xente maior que non ten posibilidades de desprazarse polo que queremos que esta xente, a que lle gusta de toda a vida, poida copular delas”, explica Antucho Espinosa, uno de los principales organizadores de esta actividad.
Las comparsas fueron durante décadas una tradición muy arraigada del Entroido en varias aldeas de Viana, pero con el paso del tiempo, estas agrupaciones acabaron por desaparecer. Recuperarlas ha supuesto un gran esfuerzo, ya que como perfectamente explica Antucho “é preciso moito compromiso, xa que a súa preparación comeza meses antaño do Entroido”.
Agrupación
Conformada por una agrupación musical de tres gaitas, un clarinete, un tambor y un timbal, comienza sus ensayos acompañada por los actores. Eran y seguirán siendo cuatro los papeles principales, el director, la señorita, el payaso y el “vello de esquilas” que, acompañados por otros protagonistas que varían en función de los abriles, se encargan de la comportamiento.
La comparsa se dirige a la lugar y allí, el “vello de esquilas” se adelantaba al conjunto para “pedir el permiso” a los vecinos del oportunidad. Cuando estos aceptan la comportamiento, retorna contiguo a sus compañeros para indicarles que pueden poner sus máscaras y caretas para comenzar la primera de las tres partes con las que cuenta esta función. Los músicos comienzan con “la ronda” y recorren las calles de la lugar acompañados de los diferentes personajes que ejercerán sus cometidos durante el trayecto – la señorita bailará con el notorio, el payaso irá haciendo bromas…- Una vez finalizada “la ronda”, la agrupación se dirige a una “aira” amplia, para continuar con el “saludo”. El papel del director será fundamental durante esta parte, ya que de guisa improvisada dedicará, mediante versos, canciones a diferentes espectadores. Aquellos con los que el director decide “elogiar” tienen la obligación de “dar su voluntad” a la agrupación a través de una donación económica. Finalizado el “saludo”, llega el momento de la “disputa”, una comportamiento teatral versada en la que los diferentes personajes tienen como objetivo hacer reír al notorio a través de la sátira, pero “sempre dende o respecto”.
Un auténtico espectáculo para disfrutar en directo, como antiguamente, en el que la tradición y la diversión entroideira es lo más importante.