Me suspendieron el práctico para ver si me desanimaba


Rosa María Bonet es una auténtica pionera en el arbitraje gachupin, siendo la primera mujer en ganar el carnet del colegio de árbitros en 1980. Su pasión por el arbitraje le ha acompañado toda su vida y ya con 16 primaveras tenía claro que quería dedicarse al arbitraje.

Pero como otras muchas pioneras, Rosa tuvo que guerrear contra las barreras y los estereotipos. Todavía recuerda la advertencia que le dieron cuando decidió aparecer al colegio de árbitros.

“Me dijeron: ‘tu sabes que a los árbitros les pegan’. Yo respondí que sí. ‘Pues imagínate que por ser mujer a lo mejor te violan'”, recuerda Rosa María Bonet en una entrevista con torrevieja news today Deportes.

Pero Rosa aclara que el arbitraje es una profesión puramente vocacional

“Esto es una inclinación y si te gusta, cada vez te gusta más”, explica Rosa María Bonet.

La primera árbitra de España todavía recuerda las trabas y barreras que le pusieron para intentar que no cumpliera su sueño.

“Me suspendieron el práctico para ver si me desanimaba y lo dejaba”, desvela Rosa María Bonet.

En 1980 logró su primer carnet de árbitra de la RFEF, un hito que le convirtió en la primera mujer en conseguirlo en España. Pero entonces se tuvo que malquistar a lo que muchos árbitros cuando arbitran un partido…

“El atleta hizo así (el rostro de remangarse) y pensé: ‘me va a dar un bofetón…’ Su acercó y le dije: ‘haz lo que te de la apetito, pero si me tocas un pelo de la ropa no vuelves a recrearse en tu vida al fútbol’. El tío se dio la dorso y se fue al vestuario”, recuerda Rosa.

Una herida le obligó a retirarse del arbitraje, aunque Rosa nunca llegó a darse de pérdida en el colegio de árbitros.

“Me traumatizó tanto que fue incapaz de ir a darme de pérdida al colegio”, reconoce Rosa María Bonet.

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