Tanto es así que algunos expertos ya hablan de que esto se puede convertir en una nueva pandemia en los próximos primaveras. El catedrático del Campo de acción de Ciencias de la Computación e Inteligencia Fabricado de la Universidad da Coruña y médico, Alejandro Pazos, ha hecho un estudio sobre los peligros que fondo el mal uso de los dispositivos tecnológicos.
Problemas físicos
Si nos fijamos por la calle, no es difícil encontrar a alguna persona mirando su teléfono móvil. Eso sí, con una inclinación de la cabecera que a extenso plazo puede traer consecuencias para nuestra sanidad: “En una postura erecta, sin inclinación, el peso de la cabecera es de unos 6 kilos. A medida que la vamos inclinando su peso va aumentando. Esto provoca que se fuercen músculos, tendones y vértebras”, explica Pazos a torrevieja news today Parte.
Pero un cara tan inocente como hacerse un selfie además puede implicar dolencias “en el auxilio pero concretamente en el codo”.
Problemas sensitivos
Encima de los problemas físicos, el uso excesivo de tablets o smartphones puede sufrir a sufrir patologías de oreja y de apariencia. “En cuanto a la apariencia, puede provocar sequedad de fanales, aumento de la tensión visual entre otros problemas. Encima, un uso prolongado de auriculares a un cuerpo inadecuado pueden desembocar en problemas serios de oreja” indica el catedrático.
Problemas mentales
A todos los problemas anteriormente enumerados, hay que sumarles los que tienen que ver con la sanidad mental -que pueden durar a ser la peor consecuencia-. “Se están comenzando a desarrollar una serie de trastornos por un uso imprudente”, explica Alejandro. Uno de ellos es el conocido como ‘ningufoneo’: “Se da cuando una persona está irresoluto de su móvil en vez de relacionarse con la muchedumbre está a su rodeando. Sobre todo en encuentros, reuniones con amigos…”.
Otro de estos trastornos es el ‘síndrome FOMO’: “Lo sufren aquellas personas que tienen miedo a quedarse fuera de ‘la onda’ y en las que tienen miedo a no poder participar de forma activa en las redes sociales”, añade Pazos.