El calor del mes de agosto era abrasador, casi sofocante, sobre todo para quienes paseaban cerca de la orilla del río Mokelumne. En medio del trajín de bañistas y caminantes, un motorista mojado avistó a lo acullá poco que le llamó la atención: una gran bolsa negra. Delante aquel extraño hallazgo, el hombre decidió rasgar la cremallera. Lo que no esperaba era encontrar un torso humano adentro.
Horas más tarde, otra bolsa de tela apareció flotando a una milla de distancia con una vanguardia en su interior. No fue el único descubrimiento. Cuando las autoridades comenzaron a registrar la zona, pudieron recuperar hasta nueve bolsas más con restos humanos. Se trataba de una matanza a manos de dos hermanos, los llamados Hijos del Trueno, una secta cuyo retorcido plan consistía en asesinar y desmembrar a víctimas inocentes para acelerar la segunda venida de Señor. Según ellos, tenían la aprobación de Altísimo.
El luctuoso plan
Glenn Taylor y Justin Helzer, nuestros protagonistas, nacieron en el seno de una comunidad de devotos mormones en Lansing (Michigan), aunque fueron criados en la californiana Martínez, una pequeña ciudad sede del condado de Contra Costa, al noreste de San Francisco. Glenn (1970), al ser dos primaveras viejo que Justin, ejerció desde siempre una especie de poder sobre el menor de la casa. Glenn era el párvulo encantador y sociable, mientras que Justin era el introvertido y el inseguro.
La competitividad entre ellos era abismal y Glenn siempre se encargó de alimentarla. “Yo soy el número uno y tú el número dos”, le decía a Justin con frecuencia. Por consiguiente, este trataba por todos los medios de tener su aprobación.
Glenn Taylor Helzer (derecha)
En esta historia, la religión igualmente juega un papel fundamental para entender el crecimiento personal de los hermanos, ya que uno de los requisitos es personarse a un campo propagador durante dos primaveras, y así lo hicieron. Tras la jerarquía, Glenn se marchó a Brasil y Justin a Texas. Al terminar y regresar a California, cada uno tomó un camino gremial desigual: el viejo se hizo bróker de Bolsa en San Francisco, mientras que Justin trabajaba como instalador de cable.
En cuanto a relaciones sentimentales se refiere, Glenn se echó novia, Ann, con la que se casó en 1993 y tuvo dos niñas. Pero tres primaveras posteriormente, decidió “ampliar su vida fuera de la iglesia”, explicó la exmujer. Según parece, los límites de la religión no le dejaban examinar “la vida regular” y optó por derramarse. Cuando hablaba de “vida regular”, se refería a tragar, fumar, drogarse y tener relaciones sexuales con otras mujeres, un comportamiento por el que la iglesia terminó excomulgándolo.
Justin Helzer, de pollo
Este nuevo camino y su forma de afrontar la vida igualmente le enfrentó a su propia comunidad, con la que discutía a menudo por términos como la existencia del aceptablemente y del mal. Para él, aquello era un “sistema de creencias primitivo”. Poco a poco, Glenn empezó a realizar de forma errática y a aseverar que era un profeta al servicio de los mensajes de Altísimo.
Solo su hermano Justin creía en Glenn a pies juntillas. De hecho, el término Hijos del Trueno surgió tras participar en una “cena de intriga” organizada por la congregación mormona Walnut Creek, el 30 de mayo de 1999, y en la que conocieron a una mujer, Dawn Godman. A partir de aquí, Justin y Dawn comenzaron a salir y a sucumbir a las ideas delirantes de Glenn.
Dawn Godman, cómplice de los hermanos Helzer
Entre los planes del viejo de los Helzer estaba: apoderarse de la Iglesia mormona, asesinando a sus líderes de ser necesario, y derrotar a Satanás creando un estado de “paz y alegría”, que se tradujo en una especie de rama de autoayuda llamado Impact America. Pero para llevarlo a parte necesitaban financiación.
Lee igualmente
Así que Glenn desarrolló un plan criminal donde la creación de una filial emplazamiento Intimacy les aportaría los ingresos necesarios. ¿Cómo? Mediante el tráfico de drogas, el proxenetismo y cesión de mujeres a empresarios ricos, igualmente por medio de la manejo de niñas, que seducirían a pederastas casados a los que chantajear luego, e incluso, la prohijamiento de menores de Brasil para ser entrenados como auténticos sicarios. Y todo ello con el único fin de hacerse con el liderazgo de la iglesia mormona.
Selina Bishop, cómplice y novia de Glenn Taylor Helzer
“Él creía que al hacer eso, estaba cumpliendo una profecía del Manual de Mormón”, llegó a decidir Dawn delante el tribunal. Finalmente, la salida más destreza fue la de dañar a uno de los antiguos clientes de Glenn, un anciano rico, que conocía y confiaba lo suficiente en el nocivo como para dejarlo entrar en su casa y, lo harto débil, como para no encarar resistor.
Al rama formado por los hermanos Helzer y Dawn igualmente se unió un cuarto elemento, Selina Bishop, una pollo de 22 primaveras, que se ilusionó románticamente con Glenn y que este utilizó como chivo propiciatorio para rasgar cuentas bancarias y cobrar los cheques de las extorsiones. Lo que Selina desconocía es que, al terminar su trabajo, igualmente acabaría muerta.
Los crímenes
El 30 de julio de 2000, los Hijos del Trueno secuestraron a Ivan y Annette Stineman, un enlace de ancianos y antiguos clientes de Glenn, a los que engrilletaron, drogaron con Rohypnol (droga de la violación), secuestraron llevándolos a la casa de Glenn y Justin, y obligaron a emitir cheques por un valencia total de 100.000 dólares. Cuando ya tenían el mosca, los jóvenes iniciaron la segunda escalón del plan: ejecutarlos.
Los hermanos Helzer golpearon y degollaron a las víctimas mientras Dawn observaba la suceso supuestamente aterrorizada. “En realidad no podía creer que esto estuviera sucediendo efectivamente. Lo único que podía hacer era rezar para que [la pareja] muriera, así se acabaría”, dijo durante el discernimiento. Al día ulterior, descuartizaron los cuerpos con una sierra eléctrica y, una vez que las partes estuvieron metidas en bolsas, rezaron y agradecieron el sacrificio “por una causa viejo”.
Ivan y Annette Stineman, asesinados por Glenn y Justin Helzer, ‘los Hijos del Trueno’
En cuanto al mosca, Dawn ingresó los cheques en la cuenta previamente abierta por Selina, aludiendo a una operación a corazón campechano para la pollo y dejando claro que dicho mosca procedía de los abuelos Bishop. Aquello iba destinado, en teoría, para remunerar la cirugía y redimir la vida de su nieta, y ella, Dawn, solo les estaba haciendo el cortesía de personarse al cárcel.
El cárcel ingresó los cheques sin viejo problema, pero cuando Selina amenazó a Glenn con personarse a la policía, los Hijos del Trueno se la cargaron. Era el 2 de agosto. La pollo murió a martillazos en la casa de los Helzer.
Jennifer Villarin, principio de Selina, asesinada por los hermanos Helzer
La ulterior en la tira fue Jennifer Villarin, la principio de Selina, a quien Glenn igualmente conocía. Ella era la única persona que podría vincularlo con las cuentas bancarias y, por consiguiente, que le descubriría delante la policía. El 4 de agosto, Glenn asaltó la casa de Jennifer y disparó sin rodeos a la mujer y a su pareja mientras dormían.
Ese mismo día, la hija de los ancianos denunció la desaparición de sus padres y de su camioneta y, al día ulterior, los compañeros de Selina igualmente alertaron a las autoridades. Simultáneamente, una vecina de los hermanos Helzer fue testificador de cómo los chicos arrastraban y cargaban bolsas de tela negra a un transporte con un remolque con una moto de agua. Aquello le pareció extraño.
La camioneta utilizada por los hermanos Helzer para deshacerse de los cuerpos de sus víctimas
Durante el camino al río para aplomar las bolsas con todos los cuerpos, las cámaras de tráfico captaron la camioneta donde viajaban los Helzer. Una prueba irrefutable de sus intenciones. Dos días más tarde, la policía localizó el transporte de los ancianos: en su interior había una motosierra y un caballete con mortandad y las huellas de los hermanos.
Lee igualmente
A parte del día, Glenn llamó a un quitamanchas de alfombras profesional para que eliminase las manchas de mortandad. Sin incautación, al hombre le engañaron diciéndole que habían derramado varios refrescos de Kool-Aid. Esta bebida es de color rojo. Adicionalmente, los investigadores de la desaparición de los Stineman registraron la vivienda y hallaron una nota del hombre donde mencionaba a Glenn.
La caída del ‘Trueno’
Aquella pista llevó a los agentes hasta los hermanos Helzer, que aparecían en las cámaras de seguridad de los lugares próximos a la desaparición y cuyas huellas estaban en la camioneta de los ancianos. El 7 de agosto, varias unidades procedieron a registrar la casa de los hermanos. Delante el hallazgo de varias drogas, Glenn, Justin y Dawn fueron detenidos por posesión, pero, en cuanto encontraron el armamento del crimen de Jennifer y su pareja, los cargos cambiaron. El trío fue inculpado de crimen.
Mientras los agentes buscaban pruebas en la casa y los vehículos de los implicados, nueve bolsas negras fueron apareciendo en el río Mokelumne con restos humanos. Gracias a los registros dentales y al ADN, se confirmó que pertenecían a los cinco desaparecidos.
La policía rescata bolsas con los cuerpos de las víctimas de los Helzer
Ayer de la celebración del discernimiento, Dawn Godman llegó a un acuerdo con la fiscalía para informar contra los Helzer y evitar así la pena de crimen. A cambio, la mujer recibió una sentencia de 38 primaveras de prisión a condena perpetua. Por su parte, Glenn sorprendió a todos al declararse culpable de los crímenes y fue condenado a la pena renta. Era marzo de 2004.
Respecto a su hermano Justin, este se declaró inocente por razón de demencia, pero eso no le eximió de ser sentenciado a crimen. “Quiero caducar”, llegó a aseverar el menor de los Helzer durante la recitación del veredicto. “Es la segunda venida de Manson, no de Cristo”, espetó la hermana de Jennifer delante los medios congregados fuera de la sala de vistas.
Glenn y Justin Helzer entrando en la sala del tribunal
En abril de 2013, Justin decidió quitarse la vida y ahorcarse en prisión tras un intento fallido tres primaveras antaño. Había intentado mutilar sus fanales con un bolígrafo. En la hogaño, el profeta y líder de los Hijos del Trueno continúa en el corredor de la crimen en el Centro Correccional Richard J. Donovan, en San Diego, a la aplazamiento de su ejecución. Sigue sin compungirse de los crímenes.
Lee igualmente