Tiene 52 abriles, estudió Derecho y es jefe de una asociación que lucha contra la quebrantamiento de los Derechos Fundamentales. “Atiendo a menores, desfavorecidos y a personas apartadas de la sociedad”, nos explica. Su actividad está clara pero, ¿qué pinta este andaluz en las listas electorales de Galicia?
¿Por qué se presenta a las elecciones gallegas?
“Lo cierto es que hace 20 abriles que no voy a Galicia, pero son todos muy educados, acogedores y respetuosos, con ellos no me puedo quejar de carencia”. Es lo que alega cuando le preguntamos por su vínculo con la zona noroeste del país, tan apartada de su espacio de residencia y partida, Carrillo (Almería). En definitiva, termina por confesar que lo que quiere es a dar a conocer su partido, Independientes por Almería. Una formación creada en 2010, sin a penas repaso. “Quiero que se nos vea”.
No se presentó a nadie de los comicios celebrados, desde entonces, en otra parte del país, a excepción de a los andaluces, y ahora en las provincias de Lugo y Ourense vio la oportunidad. Finalmente, se quedó con la primera. Candidato lucense, sin poseer pisado la ciudad. “Había hueco y lo aprovechamos para crear una repertorio. Oye, el segundo de la repertorio es un jefe de un colegio de aquí, de Almería. Él puede ayudar que sabe mucho. España necesita un cambio”, sostiene de modo elocuente.
Una cosa lleva a la otra, en la conversación, y termino por solicitarle su software electoral, un nuclear teniendo en cuenta las fechas, pero no concreta. “Somos trabajadores, no capitalistas. De la vieja izquierda, no de la de ahora”, dice. Y, automáticamente pienso en Felipe González pero no. Error. “No, no. ¿De Felipe? No. Yo soy de Pablo Iglesias, pero del primero, no de ‘ese’. Del primero”, sentencia. Me he inexacto. De la izquierda de mucho antaño, entonces. Felipe no nos vale.
Casi queda claro pero, quedan ganas de más y, pedimos un adelanto del software electoral oficial, preguntamos si hay algún documento del que nos vayan a hacer partícipes al eclosión de la campaña a los periodistas… De nuevo, sorpresa. “Por escrito no va a poseer carencia, bueno, no sé lo que hay que hacer, pero no. Quiero lo que todos: compendiar impuestos, ayudar a los vulnerables, más educación pública, descabalgar las listas de retraso…”.
¿Cómo hará campaña?
Solo nos queda despedirnos hasta la próxima: “¿Cuándo subirá, usted, a Galicia a hacer campaña?” Y aún no lo tiene claro. Quizás la semana del 2 de febrero, cuando comienza el período, “o la del 9, ya se verá. Está todo en el flato”. Vaya. Y con esa brisa, el candidato a presidir la Xunta de Galicia nos vuelca en la improvisación.
Permanecemos con esa duda, aunque sí sabemos que cuando llegue a Lugo “un buen pulpo” sí va a probar -“ya que vamos hay que manducar correctamente, ¿no?”- eso dice este almeriense con ansias de hacer del noroeste un espacio mejor que su Almería. O igual, quién sabe, aun no tenemos claro lo que quiere.
¿Se lo imaginan presidiendo el Gobierno gallego? Él no, pero “lo importante es participar”. Con esta frase termina la entrevista y, quizás, comience su tradición a Galicia. Esa tierra que a él, especialmente, le va a ver venir al mundo. Aunque sea de un modo político y muy efímero. Pero la suceso ya está escrita. “Ea! Non hai mais que dicir”.