Esta coruñesa, matriz de dos niñas, tiene a su auxilio una sentencia que no deja oportunidad a dudas, lo que no podía imaginar es que una vez que su ex marido abandonase el domicilio la que se iba a blindar en él iba a ser su matriz.
El padre recurrió la sentencia
El padre de las niñas buscaba una custodia compartida por lo que cuando en primera instancia se la otorgaron a la matriz, él recurrió el laudo frente a la Audiencia Provincial de A Coruña.
La sorpresa fue que cuando el Tribunal estudió la apelación descubrió que las niñas, unido con su matriz, habían tenido que descuidar la vivienda descendiente frente a la negativa de su ex suegra de irse.
Delante esta situación, osar si las menores tenían que advenir el mismo tiempo con su padre que con su matriz ya no era el único problema a resolver.
Puso un candado en una de las habitaciones
Según el laudo legal, la abuela de las niñas “se hizo con una de las habitaciones, puso un candado en la puerta y allí acogió a su novio”. Una situación insostenible que hizo que la matriz decidiese descuidar el inmueble y no forzar un desalojo para evitar que las niñas fueran declarante de esta “violenta situación”.
La mujer tuvo que irse con sus hijas a otro calle que tiene en A Coruña, y que hasta ese momento estaba alquilando para poder avalar la hipoteca.
Llegó a un acuerdo con su inquilino y recuperó esta vivienda viéndose obligada a perder ese ingreso pero buscando que las niñas viviesen en “un animación sano”.
En cuanto a la custodia compartida que reclamaba el padre, la Audiencia Provincial se la ha torpe ya que asegura las menores están mejor con su matriz, que fue quien las educó desde que nacieron.