El COB se hizo valer a su manera ante el Melilla



El desafío lo tenía todo y no defraudó. Y es que el COB, que en viajes anteriores arrojó la toalla, en esta ocasión, jugándose la vergüenza, consciente de que Melilla era una de las canchas donde poder conseguir una de las victorias que le hacen desliz para mantenerse en la zona distinguida de la clasificación, estuvo a la categoría de las circunstancias. Bueno, estuvieron Javi López, Kacinas y sobre todo Samu Rodríguez, del resto su pundonor e interés defensivo.

Quizá un tanto irregular de salida, aunque, luego, habiendo reaccionado a nivel emocional, superando la víctima de Radic y la ocultación de Turner, consiguió apoyar el tono más suspensión, con el consiguiente saldo positivo. Con los miedos, para quienes lo seguimos a través de la televisión, del que, si va ganando, poco o determinado le puede quitar el talego y el ansia que, si va perdiendo, intenta saltar en presencia de la televisión para evitar una canasta rival, entregado el gran valencia de el triunfo, ciertamente, la preeminencia alcanzada en el tercer cuarto tuvo continuidad en el cuarto, hasta nos permitió marcarnos un Auerbach -el creador de los mejores Boston, cuando la vencimiento se acercaba, tenía por costumbre fumarse un puro-.

Por otro flanco, pocas sensaciones mejores, que descubrir poco nuevo. Por si por novedoso entendemos el partidazo de Samu Rodriguez, el gran truco antiguamente de caer el telón. “Tenemos jugadores con los que la muchedumbre no está familiarizada, pero seguro que lo estarán muy pronto”. Esto decía Haliburton de los sorpresivos Pacers y esto podemos asegurar del ala-pívot ourensano.  Sus números le convertirán en ludópata de la semana.

Con él, el esfuerzo de López y la experiencia de Kacinas, el conjunto ourensano terminó por imponer su forma de poner, defensa y un pase más de seguridad. A su modo el COB sabe hacerse difícil hasta descentrar a su rival, al que la impaciencia le acabó por poner una mala pasada.

Triunfo encajado, de gran valencia, y todo aquello que se suele asegurar en las grandes citas deportivas. El COB esta vez supo estar a la categoría de la circunstancias e incluso aventajar expectativas. ¿Será la regularidad definitiva?

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