La UE propone un plan de paz que choca de frente con Netanyahu



Josep Borrell cree que, en un tema tan delicado como Oriente Medio, cada detalle cuenta. Y por eso propone dejar de departir de “proceso de paz” a secas, para nacer a llamarlo “el proceso de los dos Estados“. Una propuesta que ya encierra la esencia del plan de paz que la UE ha puesto encima de la mesa.

Los 27 tienen claro que ninguna fórmula es perfecta, pero cualquiera que se elija deberá incluir que Israel y Palestina tengan su propio estado para poder morar en paz. El estado palestino se establecería en Lazada y Cisjordania, dos territorios que estarían bajo una misma autoridad y estarían conectados por un corredor. Estas fronteras se completarían permitiendo que Palestina tenga salida al mar a través de Lazada y la renta se establecería en Jerusalén este.

“Entreambos pueblos tienen el mismo derecho, exactamente el mismo de derecho, a morar en paz y a tener su propio estado. Es el momento de que demos un paso más, que no solo hablemos de la posibilidad de los dos estados, sino que hablemos de la materialización de esa posibilidad”, afirmaba el ministro castellano José Manuel Albares, a su arribada a Bruselas.

Plan de paz europeo

La Unión Europea toma la iniciativa. Borrell pone encima de la mesa un documento para trabajar en una posibilidad. Un plan de paz de 12 puntos que ha preparado el Servicio de Energía Exógeno de la UE y que ahonda en la creación de dos estados y la normalización de las relaciones entre Israel y el mundo árabe. El texto deja fuera a Hamás como interlocutor válido palestino y, en cambio, da voz para unas posibles negociaciones de paz a la ANP (Autoridad Doméstico Palestina) y a la OLP (Ordenamiento para la Fuga de Palestina).

La puesta de grande para presentar este plan es una reunión en Bruselas con el mayor peso político en la sala. Los 27 han invitado a los ministros de exteriores de Israel, Palestina, Arabia Saudí, Egipto, Jordania y al secretario genérico de la Mezcla Árabe, es aseverar, todos los vecinos regionales que son actores necesarios para aproximar el final a la violencia. Lo que no ha conseguido la UE es reunir en la misma mesa a los ministros israelíes y palestino. La tensa situación entre las dos partes todavía no lo permite.

El plan europeo fija que las negociaciones de paz las encabece en todo momento la comunidad internacional. La primera parada sería celebrar una “conferencia de paz preparatoria”, en la que todavía israelíes y palestinos no estarían obligados a sentarse juntos. En esa cita se diseñaría un primer esbozo de plan de paz para desarrollarlo durante un año. La ministra belga de Exteriores, Hadja Lahbib, cuyo país ostenta este semestre la presidencia europea, confirmaba frente a la prensa que “esperamos organizar en Bruselas en un futuro más o menos próximo una conferencia de paz que pueda positivamente relanzar el diálogo político”.

Choque primero con Netanyahu

La posibilidad de los dos estados choca con la dura postura del primer ministro israelí, Pequeño Netanyahu, que se niega a que esa sea la vía en dirección a la posibilidad definitiva. En Bruselas lo saben, pero creen que es el momento de incidir en ello. El propio Josep Borrell recordaba que “Naciones Unidas ha dicho que es inaceptable no aceptar esa posibilidad, porque toda la comunidad internacional la apoya”. El director de la diplomacia ha instado al Gobierno de Netanyahu a sentarse para discutirlo, y se ha preguntado “¿qué otras soluciones tienen los israelíes en mente? ¿Qué se vayan todos los palestinos de su tierra o directamente matarlos? 25.000 personas ya han perdido la vida en Lazada, el 70 % de ellos mujeres y niños… Creo que la guisa de destruir a Hamás no es lo que están haciendo, porque están sembrando el odio por generaciones”.

El nuevo ministro de Francia, Stephane Sejourné, reconocía que “las palabras de Netanyahu son inquietantes, porque necesitamos un estado palestino con garantías de seguridad para todos”. Los 27 confían en que la reunión de Bruselas marque el inicio de un camino sin retorno en dirección a la paz y la estabilidad regional.

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