Según cuentan algunos testigos, un pasajero de unos 30 abriles llevaba durante todo el trayecto molestando e intentando persistir una conversación con una beocio de unos 14 abriles. Delante la insistencia de sus preguntas, la adolescente empezó a sentirse incómoda y acosada por el adulto.
Cuando el transporte llegó a la parada final de las instalaciones, los pasajeros se lo comunicaron a los agentes de seguridad privada del perímetro, quienes le dijeron al sospechoso que tenía que esperar allí hasta que llegase la Policía Regional para proceder a identificarlo. Poco que no sentó falta proporcionadamente al supuesto acosador. Se enfrentó a los miembros de seguridad y comenzó entonces una pelea delante el asombro del resto de pasajeros que estaban en la terminal y asimismo delante algunos conductores de guaguas.
Un altercado con patadas y puñetazos del hombre que intentaba oponerse a que los vigilantes lo inmovilizasen hasta que llegase la Policía.
La pelea llegó a su final cuando uno de los agentes de la Dispositivo Canina de la Policía Regional de Santa Cruz de Tenerife, que suele patrullar por estas instalaciones, se acercó a identificarlo y constatar si tenía alguna denuncia previa o antecedente policial.