Antes de que se abriera la puerta de los corrales, Miguel Ángel Castander, pastor de estos encierros, nos explicó su función: “tenemos que llevar lo más rápido posible a los cuernos desde los corrales de suelta hasta la plaza de toros. Y si alguien se queda atrás, intenta llevártelo sin que nadie se dé cuenta. En caso de que ocurra una cagada, nuestro trabajo es limitar las consecuencias”.
Están divididos en secciones, hay siete puestos asignados, él junto con otros dos compañeros albergan la zona de la plaza de toros, ya que tienen más experiencia en recortadoras, y fácilmente podrían ayudar a los directores de la lucha.
El encierro de este viernes
Una vez iniciado el encierro, los toros de la ganadería Zalduendo estuvieron sobre el asfalto durante 1 minuto y 38 segundos. Ha sido uno de los Los encierros son más rápidos que ir de fiesta. Notable la nobleza de los animales. Los servicios médicos sólo han tenido que atender a cinco personas a causa de caídas.
Una vez finalizadas las fiestas de Cuéllar, la afluencia de participantes ha sido notable. Y con más gente, atrapar un toro es misión casi imposible. Chechu, uno de los corredores que viene aquí desde hace diez años, nos comenta que la manada ha estado muy pegada al lado izquierdo pero una vez cogida la curva de Correos los toros se han templado.
Esos mismos animales serán los que se presenten en el concurso de recortes de esta noche a las 22.00 horas en su vigésima sexta edición.