La sorpresa fue mayúscula, sobre todo porque no se esperaban recibir algo de una persona que nunca antes habían visto. “No la conocía de nada, intenté buscar vínculos entre ella y otras personas que habían trabajado en su refugio, pero tampoco”, explica Losada. Entonces el asombro es aún mayor. Una mujer anónima ayudando a una protectora de otra ciudad.
Al parecer, la mujer ya en 2001 informó en un medio local su intención de ceder la casa al centro pero desde el refugio de animales nunca se enteraron de la noticia hasta ahora. Hace unas horas, de hecho, se informó que la mujer vivía cerca de la protectora y han determinado que ese podría ser el vínculo con el lugar. “Eso y que su abogado nos ha dicho que era una gran amante de los animales. No sabéis lo agradecidos que estamos”, afirma un trabajador.
“Todo el dinero es bueno, no sabemos lo que nos quedará al final, pero es una cantidad grande”, afirma Alberto. Ahora, pagarán a la inmobiliaria los gastos que pueda ocasionar la compra-venta del inmueble, e invertirán el dinero en quienes más lo necesitan, los animales de su protectora.
El centro cuenta con más de 300 perros y cincuenta gatos. “Toda ayuda es necesaria, hay que ampliar las instalaciones, intentar salvar la vida de más perros y mejorar sus condiciones”. Losada, que con 55 años se retiró del banco donde trabajó media vida, vive desde hace casi una década dedicado a lo que más le gusta, los animales. Ahora, además, lo hará con una buena ayuda económica. Gracias a María del Carmen.