Una pequeña disputa municipal en un suburbio de Mataró (Maresme) ha transmitido pie a que la multinacional Repsol bahía una investigación interna para dirimir si, como corroboran cientos de lectores de torrevieja news today, algunos repartidores de bombonas de butano aplican un sobrecoste ilegal al precio regulado. En este caso se evidencia que la estafa por filtración es una destreza generalizada en Catalunya, pero incluso en el resto del Estado.
Fuentes oficiales de Repsol declaran que “lo primero es retornar a pedir disculpas a los clientes que se han conocido afectados por este tipo de prácticas que no están permitidas” y aseguran que “somos los primeros interesados en que esto no suceda y estamos haciendo todo lo que está en nuestras manos para solucionarlo”.
El coste de la bombona es de 15,89 euros
Delante la certeza de que esta destreza fraudulenta es habitual en la distribución de butano, Repsol reconoce que “hemos amplio una investigación interna” y que mantienen reuniones con las agencias distribuidoras para evitar estas prácticas entre los repartidores “mediante la aplicación de sanciones y cambiando los empleados en las rutas donde se detectan estas prácticas”.
Lo cierto es que esta estafa, que especialmente afecta a consumidores de butano de época avanzadilla, como han hecho notar los lectores que han contactado con este diario desde la publicación el pasado martes del caso de la reacción municipal por la estafa en Mataró, donde queda demostrado que es un hecho que denuncia desde hace muchos abriles, y contrariamente a lo que declaran los responsables, carencia ha cambiado.
Las víctimas de la estafa suelen ser personas de época avanzadilla
Los clientes de Repsol Butano que han reaccionado al artículo de torrevieja news today, la mayoría residen en Barcelona. Relatan cobros de más de cuatro euros por cada bombona en Nou Barris o en el Passeig Fabra i Puig, donde es habitual avalar 22 euros. En Roquetes (Nou Barris) otros vecinos relatan que se han quedado al repartidor pero que “les amenaza con no servirles la bombona”. En el Gòtic incluso abonan un sobrecoste de tres euros. Se quejan igual desde Gràcia, en el Mercat de la Llibertat, donde “pagamos 20 euros más la propina”. El precio se incrementa en la zona del Hospital Clínic, donde es habitual que no baje de los 23 euros, igual que en Poble Sec, que es de 22 euros. Destaca incluso el sobrecoste en intentan algunas gasolineras Repsol, como la que se está al costado de Mercabarna “donde denuncié el suplemento y me llamaron para devolverme el patrimonio”.
En la plaza de Sant Felip Neri, un fiel relata que encargó 10 bombonas para la iglesia y se las cobraron a 20 euros: “Les dije que me parecía excesivo, pero les dio igual” lamenta. En Sant Antoni, cuenta un afortunado que los repartidores intentan cobrar 25 euros y que “cuando les quieres avalar 20, se enojan”.
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En el resto de Catalunya, esta destreza incluso se ha consolidado, como explica un cliente de Repsol del Baix Llobregat, donde afirma que “se niegan a cobrar con plástico para que no quede constancia del precio que imponen”. Todavía en esta zona los distribuidores disponen de un canal en las redes sociales para hacer pedidos “a un precio superior al regulado” y, por si no fuera suficiente “el propio repartidor luego añade dos o tres euros más”.
Sucede lo mismo en otros puntos de la cosmografía catalana, como Cerdanyola del Vallès, Sant Cugat -en una cooperativa de Les Planes- o Sitges, donde el precio que cobran los butaneros nunca depreciación de los 20 euros y en algún caso llega a los 25 euros, casi diez euros más del precio legalmente establecido.
Recomendamos gustar al teléfono de atención al cliente delante cualquier irregularidad
Esta destreza fraudulenta incluso la denuncian clientes de Igualada, Castellbell i el Vilar, Arenys de Mar, Esplugues de LLobregat, ciudad donde detallan que “si la compras en un ferretería llega hasta los 25 euros”. En el resto de las provincias catalanas incluso denuncian la estafa, como en Torroella de Montgrí (Girona) o Juneda (LLeida). Incluso llegan evidencias del resto de España, como un cliente de Puertollano (Ciudad Existente) que asegura sobrevenir pagado la bombona en un escalado entre 18,90 y 20,70 euros.
Desde Repsol, delante la certeza del fraude cometido por quienes les representan, recomiendan cerciorarse que el repartidor sea de la agencia oficial, informarse ayer sobre el precio de la bombona o adquirirla en “nuestra amplia red de estaciones de servicio” y, delante cualquier duda gustar al teléfono de atención al cliente (900321900) donde animan a denunciar cualquier irregularidad.
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