Alcalá de Henares se preparó para sus fiestas patronales con un fuerte contingente policial, un plan especial contra las bandas latinas o la prohibición del botellón, entre otras medidas que, sin embargo, no impidieron que una brutal pelea a las afueras de una discoteca, la madrugada del jueves, terminara con un joven noqueado en el suelo. La Policía Nacional analiza ahora las imágenes del motín que acabó con el joven hospitalizado.
En un vídeo que circula en las redes sociales se puede ver cómo un grupo de jóvenes se pelean junto a la discoteca Hanoi, cerca de la Plaza del Cervantes. Eran las 5:30 de la mañana y la sala se cerraba cuando comenzaron los golpes, patadas y puñetazos entre cerca de una decena de individuos.
Uno de los jóvenes, vestido enteramente de negro, agarra a otro que lleva una sudadera blanca atada al cuello. El primero intenta entonces protegerse de los golpes de un tercer individuo hasta que, apenas un segundo después, el joven de sudadera blanca corre hacia él y le propina un fuerte derechazo, dejándolo tendido en el suelo. Todo ocurre en apenas diez segundos.
Tras el ataque, se escuchan gritos angustiados de “Lo ha matado, lo ha matado, lo ha noqueado” de las personas que presenciaron el brutal ataque. La plaza, entonces abarrotada, comienza a dispersarse tras la trifulca y, cuando llegan los agentes de la Policía Nacional, los implicados en la trifulca ya se han marchado. El joven fue posteriormente trasladado al hospital Príncipe de Asturias de Madrid, aunque su estado no reviste gravedad.
Las fiestas de Alcalá de Henares comenzaron el pasado sábado y se prolongarán hasta el domingo. El ayuntamiento complutense y la Policía Nacional desplegaron un fuerte dispositivo para evitar escenas como las que se vieron el año pasado. Entonces, decenas de jóvenes se vieron envueltos en una pelea multitudinaria con lanzamiento de botellas y piedras a la Policía, lo que obligó a evacuar el recinto ferial una hora antes del cierre previsto, el 28 de agosto.
El contingente está integrado por hasta 200 policías nacionales, tanto de la comisaría de la ciudad como de antidisturbios, Unidades de Reacción y Prevención e investigadores de la Brigada de Información; estos últimos, especialistas en pandillas juveniles. Además, el dispositivo está formado por hasta 150 agentes de la Policía Local y prohíbe la práctica del consumo de alcohol.