Los restos de los cinco vagones que descarrilaron en Vilamartín de Valdeorras el 23 de agosto de 2023 acabarán en una chatarrería de Salamanca. Tal y como el subdelegado del Gobierno, Emilio González, anunció en su flamante cita al Concello, el amasijo de hierros desaparecerá en esta semana.
Trabajadores de la empresa de chatarras y desguaces salmantina García Dorado procedían en la mañana de ayer a desmontar las piezas para su retirada en un camión para su transporte a Peñaranda de Bracamonte.
La retirada de restos fue concertada por el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) tras reclamarla el Concello, atendiendo a una petición municipal que incluye el arreglo de la carretera.