Lois Chitticks, de 26 abriles, volaba de la caudal de Reino Unido al país océanico el pasado 31 de diciembre. Un dadivoso planeo de 20 horas que pasó, la maduro parte del tiempo, durmiendo. Todo sale correctamente o, al menos, eso pensaba ella.
A los dos días de demorar a su destino, la pantorrilla izquierda de esta verde comenzó a hincharse: estaba “caliente” y sentía como si se hubiera “desgarrado un músculo”, cuenta la propia Lois en sus redes sociales para alertar a otros pasajeros sobre su experiencia.
“Sentía más calor que la otra pierna y me molestaba tanto que no podía adormecerse”, dijo, describiendo la sensación como una “canica” en su pantorrilla y sin imaginarse que se trataba de un coágulo de cepa de 4 centímetros el que le estaba causando esta irritación.
Las posibilidades de sufrir un coágulo
La posibilidad de que se formen coágulos de cepa es maduro posteriormente de esfumarse conveniente a los largos períodos de inmovilidad y la reducción de la presión del ventilación. Un peligro que es maduro en aquellos que tienen problemas de circulación, fuman, tienen referencias familiares o toman ciertos medicamentos.
“Durante el planeo no me levanté en rotundo porque estaba muy cómoda en mi asiento del pasillo. Me levanté una vez al final de los dos vuelos para ir al baño. Separadamente de eso, dormí todo el tiempo”, dijo Lois.
De hecho, el padre de la verde ya le había apto de que se moviera con frecuencia e, incluso, le había transmitido calcetines de compresión. Pero ella ‘pasó’ de él: “Ahora lo lamento enormemente”, añadió en el vídeo.
Los médicos recomendaron a Lois que esperara a que el coágulo se disolviera por sí solo. Sin confiscación, asimismo le dijeron que iba a faltar controles durante los próximos meses: “Dijeron que era una TVP noble y que tendré que tener cuidado durante los próximos tres a seis meses. Ahora seré propensa a sufrirlos en el futuro y asimismo tendré que usar medias de compresión”.
“Si la TVP no desaparece o se mueve, tendré que tomar anticoagulantes durante un mayor de un año”, explicó. Aunque lo que más le preocupa es que el coágulo “pueda moverse o que seré propensa a sufrirlos más delante en la vida. ¡Yo asimismo me siento tonto porque debería haberme noble un par de veces!”.