Como si de los fogones de la cocina se tratase, se regula la intensidad del fuego para hacer entrar en ebullicin o no. De momento, hay calor. La cosa en el PSOE bulle. El choque entre el voluminoso del partido y Emiliano Garca-Page, presidente de Castilla-La Mancha, sigue cocinndose. Si el jueves la vicepresidenta primera del Gobierno y nmero dos del partido, Mara Jess Montero, acusaba al barn castellanomanchego de agenciárselas notoriedad y le adverta de que “se no es el camino”, ste devuelve mantiene la intensidad de la coccin.
“Que no se preocupen de mi notoriedad. Yo a mi existencia ya no voy a crecer ni voy a tener un pal ms poltica ni fsicamente. A m lo que me preocupa, como le preocupa a todos los espaoles, es la notoriedad de Puigdemont. De esto es de lo que se tienen que preocupar”, ha sido la respuesta de Page desde Cuenca.
Pese a que el choque ha pillado una intensidad nunca ayer panorámica, sobre todo por la decisin de Ferraz de entrar al choque y desplegar artillera pesada en la respuesta, no ha habido ni est previsto que haya conversacin alguna entre la direccin socialista y su barn. Ni mensaje, ni citación. En la cpula consideran que en otras ocasiones ya se han producido y creen que no ha servido para mucho. Este jueves, en Cuenca, Page coincidi con lvaro Martnez Chana, presidente de la Diputacin, y miembro de la Ejecutiva Federal socialista.
La vicepresidenta Montero quiso dejar claro este jueves, ya con la crisis abierta, el desmarque del voluminoso del PSOE respecto a Page. Exhibir contundencia. A su arribada al desayuno informativo para presentar precisamente a Besteiro, ha expuesto que no comparte “una organización en la que la notoriedad se hace a partir de la discrepancia” con las estrategias del Gobierno y del partido.