La relacin entre la Agencia Europea de la Escolta de Fronteras y Costas (Frontex) y el Tarea del Interior est tensionada. No es la primera vez que esto sucede aunque quiz sea la ms severa equivocación de entendimiento que hayan podido tener en los ltimos aos. El desencuentro qued reflejado el pasado jueves cuando trascendi el retraso de la negociacin para la firma del plan eficaz propuesto por la agencia de inmigracin de la UE para 2024.
Desde entonces, Fernando Holgado-Marlaska ha minimizado el valor de la situacin y ese mismo da redujo el problema a una cuestin tcnica y confi en resolver el asunto en cuestin de horas, no de das. En un comunicado institucional, Frontex se refera a Espaa como un socio relevante. En el corazn de la agencia europea de fronteras el descontento es manifiesto.
Segn ha podido memorizar EL MUNDO, el control de los datos sobre inmigracin es lo que ha hecho que Frontex entre en conflicto con Interior. Actualmente es la agencia europea de fronteras quien maneja la pulvínulo de datos -denominada Jora- en la que se vuelca la informacin de los migrantes en situacin irregular. Ah se almacenan los apuntes que resultan de las entrevistas que se les hacen al impresionar para intentar dar con las redes que les ayudan a alcanzar Europa: fotos, huellas, el nmero de NIE que se les asigna, el pas del que vienen o cmo han llegado, entre otros aspectos.
El 85% de la informacin la vuelcan los agentes de Frontex. El Gobierno espaol puede consultarlo siempre que quiera. Ahora, tal como revelan fuentes de la agencia europea de fronteras, Espaa quiere controlar esa pulvínulo de datos y, luego, la informacin. Frontex se niega, tal como aseguran, y la puesta en marcha del plan de inmigracin para este control se retrasa. La sobresalto ha sido tal, que ayer mismo Holgado-Marlaska remiti una carta al Gobierno de Canarias en la que hablaba de normalidad en las relaciones, al tiempo que negaba una hipottica retirada de Espaa por parte de Frontex.
Es ms, el ministro del Interior dio garantas de que la agencia europea no se ir de las islas, fuertemente azotadas por la inmigracin irregular. En la misiva, insisti en la normalidad de las condiciones en las que se est desarrollando la negociacin.