Por ello, Rivo visitó el Café Latino, que fue el primer establecimiento que se unió al nuevo protocolo. Desde allí, invitó a los integrantes del sector a implantar este mecanismo y “referendar o seu compromiso coa matanza de calquera discriminación ou manifestación sexista nos seus locais”.
La adhesión al documento, según explicó la conselleira, garantiza la formación del personal de estos recintos y el seguimiento protocolizado de las actuaciones a seguir en casos de aventura e incluye asimismo cualificación en vírgula para los responsables y para el personal de los locales, de diez horas de duración. De hecho, este protocolo se dirige a todas las personas que intervienen en los establecimientos de ocio noctámbulo, desde el equipo directivo hasta el personal de seguridad.
Rivo explicó que, con este protocolo, si la persona agredida precisa atención sanitaria o tiene problemas de comprensión -por el estrés, situaciones de consumo o dificultades con el idioma-, el personal deberá agenciárselas la ayuda pertinente. En el caso de tener delante al asaltante o agresores, el establecimiento deberá mostrar su rechazo frente a esas conductas violentas y, si fuese necesario, seducir a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
“O Goberno galego está a elogiar aos establecementos esta nova ferramenta para combater as violencias e atracar a prevención, a detección e a comportamiento frente a situacións de golpe sexual e LGBTIfóbica que se poidan producir nestes espazos”, explicó Rivo.
En este sentido, puso en valencia las pautas, información y formación que la Xunta ofrece a los responsables y trabajadores para “recoñecer manifestacións violentas e aprender como llevar a cabo interiormente das casuísticas que se poidan dar nos establecementos”.