La única vía permitido para comprar un admisiblemente conocido -en este caso, el quiosco- es comprarlo en una subasta pública, pero el Concello no informó en los últimos meses de un procedimiento de este tipo. “Desde que se recogieron los emblemáticos quioscos hemos hecho un seguimiento de dónde se encontraban, esta semana el concelleiro de Medio Animación, en reunión de dominio, nos informó que los cinco puestos estaban en el Fitólogo de Montealegre y que su situación jurídica estaba todavía por determinar”, explica Alba Iglesias, concejala del PSOE, que da cuenta de la “sorpresa” al descubrir días posteriormente que uno de los inmuebles se encuentra en una finca privada en la pueblo de Pereiro. El corro socialista preguntó al gobierno específico por la situación jurídica del puesto y cómo ha llegado allí, pero todavía no ha recibido respuesta.
Iglesias pone en duda que el quiosco haya sido adquirido en una subasta pública, y exige explicaciones al Concello: “Cerca de la posibilidad de que esta situación no sea del todo permitido, pero tendrá que ser el gobierno municipal el que nos explique qué ha pasado”.
El “chatarrero”
Mientras el Concello no aclara la situación jurídica del quiosco de la finca de Palmés, los otros cinco puestos continúan en el perímetro natural de Montealegre. Ecoloxistas en Actividad critica la “dejadez” del gobierno específico y reclama una diligencia “responsable” de los inmuebles, que actualmente se encuentran repartidos en el Huerta Fitólogo, emblema ambiental de la ciudad.