El conseller de Interior de la Generalitat, Joan Ignasi Elena, visitó ayer la comarca del Maresme, 68 días a posteriori de la primera protesta de los alcaldes del Alt Maresme para requerir más efectivos de Mossos d’Esquadra. Elena no hizo concesiones a las demandas de los electos más que la creación de una Agrupación de Seguridad permanente para combatir casos puntuales, como el problema con los multirreincidentes de Calella.
A propuesta del corregidor de Mataró, David Tumbo, “crearemos un espacio estable y permanente para compartir información y articular propuestas” avanzaba Joan Ignasi Elena a posteriori de la reunión con los alcaldes de la comarca. “Debemos articular soluciones” incorporaba el presidente del Consell Comarcal, Francesc Alemany (ERC) para evitar “la lucha entre municipios y no producir competidores”.
Tensión política en el Alt Maresme
La situación política en la comarca se tensó al mayor hace dos meses tras las declaraciones de los alcaldes de Junts en la que reclamaron impulsar medidas contra los multirreincidentes, que en casos como el de Calella, incluso dañan la imagen del destino turístico. Elena, en este sentido, anunció que ocho de los 11 delincuentes que han provocado la reacción airada de los ediles, ya están cumpliendo penas de prisión y admitió que los índices delictivos de Calella son un 60% superiores a la media catalana.
El conseller volvió a dialogar de la “percepción de inseguridad” que generan algunos delitos reincidentes, pero informó que los índices delictivos del Maresme están 15 puntos por debajo de la media catalana, o lo que es lo mismo 68 delitos por cada 1.000 habitantes, cuando la media en Catalunya es de 78 hechos delictivos.
Consell d’Alcaldes del Consell Comarcal del Maresme con presencia del conseller d’Interior, Joan Ignasi Elena.
Desde Interior especificaron que se trabaja en una nueva campo de acción estructural, como la que hasta ahora se circunscribe al medida de Barcelona, para impulsar dispositivos en las estaciones de Rodalies, puntos esencia para la movilidad de los delincuentes.
Por otro banda, rechazaron otras propuestas de los alcaldes como permitir el plazo de horas extras a los mossos de la comarca o disponer partidas económicas para compensar a los Ayuntamientos por el esfuerzo de las Policías Locales que se ven obligadas a suplir las competencias de los Mossos. En este sentido, Marc Buch (Junts), corregidor de Calella, puso como ejemplo que la actividad delictiva y la desidia de agentes de la policía catalana le ha costado 60.000 euros en horas extraordinarias de la policía restringido.
Buch deploró que “hayamos tenido que alzar la voz para que Interior nos haga caso” pero agradeció al conseller que “haya poliedro la cara”. Precisamente la semana próxima Joan Ignasi Elena presidirá la Agrupación de Seguridad Restringido de Calella. Allí, no encontrará el medio ambiente cálido que le brindaron ayer los alcaldes republicanos del Maresme.
En Calella le afearán lo que consideran “insultos innecesarios” como imputar de xenófobos a los alcaldes que reclamaron la expulsión del país de los delincuentes reincidentes. Unas declaraciones que el conseller ha inhábil tajantemente deber realizado pero que ediles como Óscar Fernández de Cabrera de Mar (Junts) le instaron a retirar.
Elena recogió el guantelete de los alcaldes de Junts que en el Maresme lo acusan de desatender a los municipios y no dudó en imputar de deslealtad al corregidor de Calella y de hacer partidismo con la problemática de la reincidencia. Los alcaldes, por su parte, le censuran que falte a la verdad cuando declara que se ha reforzado el número de efectivos de Mossos hasta los 190 agentes. Una signo que, según dijo Buch y corroboran los sindicatos, es la misma de hace dos primaveras, por lo que “aquí no ha habido un aumento de mossos”.
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