La nómina popular que encabeza Elena Rivo sería la más votada, pero sufriría un pequeño retroceso de cerca de dos puntos que le haría descabalgar del 53,1% obtenido en 2020 a poco más del 51%, según los datos que aporta Infortécnica. Mientras, el BNG se asentaría en la segunda plaza con una subida de cerca de un punto porcentual, lo que les haría rebasar el 20% de los votos. La nómina encabeza por Noa Presas repitiría los tres diputados obtenidos en 2020 y, como entonces, tendrían más votos que los socialistas en la provincia. El PSdeG, cuya nómina encabeza Carmen Rodríguez Dacosta, experimentaría una mejoría, pero inferior a la que los socialistas se llevan en las otras provincias gallegas. Sería aquí la única en la que no aspiran a un diputado más. Los socialistas crecerían poco más que los nacionalistas, conseguirían rebasar igualmente el 20% de los sufragios, pero se mantendrían en la tercera plaza.
La intención directa de voto, es opinar, los datos brutos sin la estimación posterior y sin tener en cuenta indecisos, muestra que un 25,4% de los ourensanos llamados a las urnas ya ha decidido a un mes de las elecciones que votará al PP, mientras que un 11,5% tiene claro que apoyará al BNG y un 9,6% depositará la papeleta del PSOE. Una ausencia despreciable monograma del 36,5% de consultados no argumenta o se declara indeciso, mientras que otro 13,6% de los entrevistados ha decidido no ir a las urnas o elegir en blanco.
El resto de fuerzas políticas -se presentan un total de 11 candidaturas- no tendría representación, si proporcionadamente un 3,4% de los ourensanos afirma que votará por “otros partidos”, el longevo masa en este apartado de todas las provincias.