Entre junio y diciembre del año pasado, se tramitaron 1081 bajas. Para algunos profesionales, muy pocas porque afirman que el número de diagnósticos de menstruaciones incapacitantes no ha caído.
¿Por qué las mujeres no se acogen a esta medida si es lícito?
El principal motivo es que algunas mujeres sienten inseguridad sindical si lo hacen; para otras comunicarlo a la empresa les produce vergüenza. Pero hay poco más a tener en cuenta. Estas bajas, se piden cada mes en función del dolor menstrual que sienta cada mujer. Si esta cree que le limita, lo consulta con su médico de colchoneta y será este quien tenga la última palabra, decidirá si lo solicita o no. Las 1081 bajas no corresponden a 1081 mujeres ya que muchas pueden sentirlo en varias ocasiones.
Pero la disminución por regla dolorosa solo albarca la dismenorrea secundaria. Es pues, una norma restrictiva.
Idas y venidas, reglas dolorosas, anticonceptivos, muchas mujeres viven un auténtico calvario, adicionalmente de la carga psicológica que conlleva un dolor tan agudo e incapacitante
Bajas de entre 1 y 21 días
Los facultativos estudian cada caso, analizan el historial de cada paciente y según sea este, pueden asesorar un permiso de incapacidad temporal de entre 1 y 21 días. La media, suele ser de poco más de tres días de yerro sindical.
La causa de la disminución ahora sí se comunica a los departamentos de fortuna humanos. Padecen endiometriosis, lo que a muchas provoca dolor uterino, mareos o bajadas de tensión. Lo peor el tiempo que se tarda en percibir este dictamen, entre siete y diez abriles. Una pesadilla en presencia de la que algunos países de Europa han tomado medidas como el teletrabajo pero que en España todavía no existe. Como siquiera hay unidades especiales en todos los hospitales, lo que podría acelerar el proceso y lo que es más importante, aliviar el dolor físico y psíquico de estas mujeres.